jueves, 3 de abril de 2014

SER ELEGANTE TAMBIÉN EN PRIMAVERA



Aunque el calendario indique que todavía quedan por delante alguna semana de frío, es precisamente en estas fechas cuando se debería empezar a planificar lo que será nuestro armario en la temporada de entretiempo que se acerca.

Los lectores mas fieles a esta página recordarán como el pasado año, al enumerar las diez claves que rigen la elegancia masculina hacíamos gran hincapié en aquella que hablaba de la importancia de vestir acorde a cada estación del año. Esto es así porque precisamente cada estación se caracteriza por tener una luminosidad, unos colores y unas circunstancias meteorológicas que se deberían trasladar de alguna forma a nuestra ropa.

Si a la primavera se la conoce por algo es, además de por sus hermosas flores, por ese alegre mensaje que nos anuncia que se terminó el frío y que nos anima a disfrutar de nuestro tiempo libre fuera de casa. Las terrazas, la vida en la calle y las largas noches nos invitan a relajarnos y a gozar de los atuendos más frescos, estilosos y cómodos.

No obstante, a pesar de que nuestro estado de ánimo en esta temporada se vuelve también más positivo, esto no se termina de ver reflejado en la ropa; algo que curiosamente sí ocurre entre las mujeres. A diferencia de ellas, el hombre sigue escogiendo los mismos trajes, idénticos colores y muy similares complementos a los que vestía cuando los termómetros marcaban temperaturas cercanas a los cero grados. Y lo hace todo ello olvidando que la primavera puede convertirse en el mejor aliado del Gentleman más elegante.

Con la primavera llega ese cambio de armario que se alargará hasta prácticamente concluido el verano. Ahora ya no hay excusas para no hacer acompañar a los trajes grises y azules de otros más alegres. Los Príncipes de Gales, los azules claros y hasta los mismos trajes de lino crudos deberán ir sustituyendo poco a poco a los tejidos de Tweed, a los algodones más pesados y a las lanas más gordas. La construcción de las prendas será menos armada y para ello se prescindirá de marcadas hombreras, de entretelas y de forros gruesos. 
Las corbatas de seda de punto desplazarán a las de lana. Igualmente, en contra de lo que la mayoría de los caballeros pudieran pensar, las camisas a vestir en esta época y en invierno no pueden ser las mismas. Y esto es así, en primer lugar porque las camisas más gruesas de algodón deberían dejar paso a las de hilo y en segundo porque los colores más oscuros deberían hacer lo propio con otros mas claros y vivos.

Con la llegada de la primavera la vestimenta de sport también experimenta un cambio importante. Si el ambiente profesional impide vestir chaquetas con estampados demasiados marcados, los restaurantes al aire libre y las templadas noches, por el contrario, reciben a estas con los brazos abiertos. Los pantalones de pana o los gruesos chinos de invierno toca ya cambiarlos por otros mas frescos y menos pesados. Las tonalidades caqui, burdeos o azules marino se despedirán hasta el otoño y su lugar lo ocuparán los colores calabaza, azul claro o incluso blanco. 
Los jerséis de lana cederán su espacio en el armario principal a los de algodón en pos de una frescura más acorde a la época en la que nos encontramos. A los grises marengo o verdes militar seguro que no les importa cambiar de armario por unos meses y dejar su lugar a los azules claro, rosas o lilas.

Los abrigos cruzados de invierno serán sustituidos por las tan actuales gabardinas de colores primaverales. Las parkas que tanto estilo pueden imprimir a los conjuntos informales seguro que agradecen dejar el protagonismo a los acolchados sin mangas que tan populares volverán a ser esta primavera. 
Con los zapatos de traje se observa una situación algo diferente ya que estos son prácticamente los mismos que los que se vestían en invierno. En los de sport, por su lado, ocurre algo similar ya que todavía no tenemos unas temperaturas tan altas ni como para prescindir del calcetín ni como para vestir los modelos más populares de verano. 

Los complementos cobran un especial protagonismo en esta estación. Los pañuelos de bolsillo de seda de alegres estampados reemplazarán a los siempre elegantes pero invernales de cachemira. Los de diseños algo más atrevidos y con colores más alegres como aquellos donde los verdes, violetas o rojos estén presentes resultan una interesante opción. Las pashminas de lino completarán de manera muy elegante y estilosa a los atuendos informales sobre todo a la noche. Los calcetines de diseños divertidos, que no infantiles, así como los cinturones de loneta y los de piel de colores más alegres que los vestidos en invierno pondrán la nota final a nuestro atuendo.
Decía el telediario anoche que hoy Sábado se prevén lluvias intensas en prácticamente toda la península. Debido a ello, quizás diga el refranero popular que “Abril, aguas mil” y por ello no quisiéramos despedirnos sin antes hacer un guiño a un complemento fundamental en estas fechas: el paraguas. Aunque hoy apenas se le preste atención como demuestra el éxito de las opciones callejeras que apenas llegan a ver la semana de vida, un buen paraguas con seguridad rematará muy acertadamente un conjunto elegante.

Un paraguas artesanal, además de garantizarnos que gozaremos de su compañía muchos años, también nos proporciona una protección extra frente a la lluvia. Y si este lo mandamos hacer según convenga a nuestra estatura y según nuestro grosor de puño preferido no solo no será un estorbo sino que además se convertirá en un perfecto aliado para los día lluviosos. 
Aprovechemos que todavía queda algún rincón del buen vestir para hacernos con un paraguas a medida y escoger nuestro color favorito, nuestro diseño de puño preferido así como el peso y lasmedidas más indicadas para el uso al que lo vayamos a destinar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario