“Es necesario tratar de superarse siempre. Esa tarea debe durar toda la vida”; Cristina de Suecia, reina sueca.
El conjunto de la chaqueta de hilera sencilla con cualquier tipo de pantalón es uno de los atuendos que más utilizamos. Sin embargo este tándem en ocasiones nos resulta insuficiente para combatir el frío exterior, bien porque no optamos por el abrigo o porque cuando nos desprendemos de éste la sensación térmica aún no es lo suficientemente agradable. Para estas ocasiones -a menudo- es adecuado el albergar entre la camisa y la chaqueta una tercera pieza.
Ésta tercera prenda bien pudiera ser un jersey o una chaqueta. Si optamos por la primera opción éste puede ser: de pico, de cuello redondo, chaleco o con variantes más inusuales como: cierres en la garganta de cremallera, botones u otras variantes. En la opción de la chaqueta, el fino cárdigan me parece la única y más aconsejable opción, ya que la chaqueta de punto gruesa con solapas resultaría algo tosca y molesta. Pero sobre todo no es oportuna y si, ciertamente, redundante.
El conjunto de chaqueta/pantalón con la chaquetilla de punto fino es una gran alternativa que tiene grandes ventajas: térmicas, estéticas e incluso prácticas. Porque nos podremos desprender de la chaqueta sin cometer ningún sacrilegio o porque nos mantendrá la corbata ceñida en su precisa ubicación en todo momento.
Aunque nuestro atuendo con este elemento, se convertiría en una uniformidad casual y las normas ya sabemos que son muy elásticas, las precauciones que deberíamos tomar a la hora de utilizarla las resumiría en:
- Es propia para acompañar con otras prendas en cualquier tipo de lana o como “refuerzo” de alguna de algodón. Pero no sería lógico vestir con chaquetas de tejidos ligeros y frescos como el lino, pues existiría cierto contrasentido.
- Evitaría utilizarla con trajes de corte marcadamente serios (aunque Mr. Grant nos contradiga en una foto de la galería). Tampoco favorece con chaquetas cruzadas.
- Siempre desabrochado el botón inferior y si el cierre es muy alto se puede proceder también con alguno superior. Como en el caso de cualquier otra chaqueta. Nunca totalmente desabonotada.
- El efecto que sobresalga por la bocamanga para algunos de nosotros es un activo. No obstante, habrá quien prefiera que esto no suceda y será la mejor optar por la versión del chaleco. Mostrar los preceptivos centímetros del puño de la camisa que siempre deben asomar de la camisa, seguirán siendo incuestionables.
- Utilizar un color de contraste, evitando el mismo de la chaqueta exterior, es lo más favorecedor. Aunque al ser una pieza más en distinto color, será un nuevo reto para combinarla con el resto del conjunto. No obstante, si utilizamos un color más claro que el de la chaqueta y/o que este sea en un básico del estilo al crema, verde, gris o granate es fácil que acertemos.
- Una buena chaqueta de lana ha de venir ribeteada en todo su contorno: cuello, cintura, puños, hilera de ojales y solapas.
En definitiva, resultará un plus en todos los sentidos con los que mejorar y ampliar las posibilidades de nuestra imagen. Esta chaqueta, junto con el jersey de cuello tipo cisne, la mayor parte de nosotros coincidimos en que son dos de las prendas más básicas para compaginar dentro de los estilos casual e informal.
Muchas gracias y buena suerte,
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