“Lo que sientas encontrará por si solo su estilo”; Jack Kerouac, escritor estadounidense.
La bufanda revela estilo. Este complemento además de aportar una cálida sensación térmica a nuestro cuello, evidencia en gran medida la clase que tenemos los hombres a la hora de vestir. ¿Por qué? Porque seguramente sea una de las pocas prendas donde destaca más la manera en la cual la portamos, que su dibujo o tejido.
Cuando nos remangamos las mangas de nuestra camisa, nos atamos el nudo de la corbata, asomamos el pañuelo del bolsillo o llevamos un jersey sin vestirlo, reflejamos matices de la propia personalidad que demuestran nuestra mejor clase. No solo es una cuestión de buen gusto sino -también- de: conocimiento, naturalidad y cierto don.
La mayoría de nuestras prendas, e incluso algunos complementos, solo se visten de un único modo. Chaquetas, zapatos, pantalones, calcetines, etc. solo nos los podemos poner de una manera: la correcta. Éste no es el caso de como lucir una pashmina, foulard o bufanda. Y de forma similar a la preferencia por la cantidad de leche y/o azúcar en el “café” de cada uno, no habrá muchas personas a las que les guste con idénticas características.
Maneras de llevarla
Muchos compartiremos que la pauta a seguir será sin ninguna complicación. Es decir, no excesivamente recolocado y siempre exento de complejos atados. La sencillez –una vez más- será la máxima sofisticación.
Muchos compartiremos que la pauta a seguir será sin ninguna complicación. Es decir, no excesivamente recolocado y siempre exento de complejos atados. La sencillez –una vez más- será la máxima sofisticación.
Este complemento al cuello se puede llevar de múltiples maneras, pero nunca encorsetadamente. Cada quien le dará su toque personal, para cada momento preciso y en general podremos contemplar las tres opciones diferentes siguientes:
I.- Pasada por el cuello suelta a ambos lados. Es la preferida por muchos de nosotros aunque no resulte muy efectiva para combatir el frío. Fundamentalmente sirve como adorno y denota poseer un gran estilo. Debería ser de seda o lo más fina posible para que no moleste si va alojada por el interior de la chaqueta. Aunque tanto ésta como las demás variedades pueden ir indistintamente por dentro o fuera de ella.
Podríamos hacerle, a mayores, un nudo por la parte delantera y ubicarlo más o menos a una altura comprendida entre el primer botón abotonado de la chaqueta y nuestro cuello.
II.- La opción más estilosa para combatir el frío seguramente sea con las puntas unidas y haciendo pasa ambas a través del ojal que se forma en el otro extremo cuando se coloca alrededor del cuello. En esta ocasión la longitud de la bufanda debería ser la suficiente para permitirlo.
III.- En la versión de enrollarla una serie de vueltas en torno a nuestra garganta admite la mayor cantidad de matices. Por ende, su versatilidad requiere de cierta habilidad y no poca creatividad, pero sirve para cualquier modelo de bufanda: ancha, estrecha, larga o corta.
Algunos nos habremos preguntado en ciertas ocasiones si se “matan entre sí” los tres complementos que podemos lucir los hombres en torno al pecho: La corbata, la bufanda y el pañuelo de bolsillo. Creo que la inmensa mayoría coincidimos al opinar que la única condición que no se debe cumplir es que estén realizados con el mismo paño, por lo demás -casi- todo vale.
Muchas gracias y buena suerte,
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