lunes, 18 de mayo de 2015

Todo lo que necesitas saber antes de comprar un traje

Es mejor un solo traje realmente bueno que tener el armario lleno de trajes de dudosa calidad.


Una vez resaltado este punto, empecemos. Ya he señalado en otras ocasiones que la tarea de conformar un armario de calidad requiere tiempo y una inversión considerable. Por suerte para nosotros, tener un par de trajes en nuestro armario posibilita una infinidad de opciones de combinación con distintas camisas y corbatas, que nos permitirán lograr un atuendo variado a lo largo de todo el año. En un artículo anterior, señalé el orden de trajes que uno debería comprar y los dos primeros, sin duda, eran el azul marino y el gris. Sigamos esta línea.

Si no tienes un solo traje en el armario, empieza con un traje azul marino de lana que, sin duda, será el más versátil que puedas adquirir (ver artículo sobre 4 formas de usar un traje azul marino). Es un traje que servirá para multitud de ocasiones y, además, podrás usar la chaqueta con otros pantalones diferentes. La segunda opción será siempre un gris oscuro o medio. Si lo que necesitas es añadir algún otro traje al armario, considera tal vez en uno de algodón o lino, pensando en los meses de primavera y verano. Podrías también barajar opciones como la raya diplomática, un patrón herringbone o también el cuadro escocés.

La lana será sin duda el material a tener en cuenta, a no ser que vivas en las Islas Canarias o en cualquier lugar de temperaturas similares a lo largo de todo el año. De hecho, un traje ligero de lana puede vestirse en prácticamente cualquier época del año, convirtiéndose así en el aliado perfecto. Como ya he señalado antes, si quieres ampliar el armario con nuevos trajes, para el verano piensa en algodón y lino; para el invierno, piensa en tweed y franela.

A la hora de la compra, es importante tener en cuenta una cuestión fundamental: no es lo mismo adquirir un traje que cualquier otra prenda. No se puede llegar, coger "tu talla" y pasar por caja. Comprar un traje requiere una experiencia diferente... evidentemente, hablo de comprar un traje de confección; la experiencia de adquirir un traje a medida es otro mundo y, por eso mismo escribo este artículo: no está al alcance de muchos.

Existen tiendas en que se venden pantalones y chaquetas por separado. Esto tiene sus pros y sus contras. La ventaja es que podrás encontrar la chaqueta y el pantalón que se ajusten perfectamente a tus medidas y ahorrarás en ajustes posteriores. La desventaja, no siempre tienen la misma calidad ni están sacadas de la misma pieza de tela, lo cual puede generar diferencias (aunque sean leves).

Pero adentrémonos en la tienda. Doy por hecho que acudimos a una tienda en la que cualquier empleado tendrá unos conocimientos al detalle de cualquier cosa que necesitemos preguntar (si seguimos la máxima señalada al principio de este artículo, sin duda será así). Un detalle importante que a menudo se nos olvida es la necesidad de acudir a comprar un traje con camisa y zapatos similares a los que usaremos habitualmente con nuestro traje. Esto ayudará sobremanera en el momento de ver cómo nos sienta el traje y para tomar las medidas con vistas a los ajustes finales. Si olvidamos nuestras propias prendas, es habitual que una tienda de calidad disponga de ejemplares para la prueba. No obstante, si no te gusta la idea de usar un par de zapatos que hayan pasado por los pies de cierta cantidad de gente desconocida, mejor llevar los tuyos.

Una vez hayamos elegido el traje que deseamos y nos probemos el ejemplar adecuado, es importante no dudar en preguntar todo aquello que se considere necesario para asegurar que el traje nos queda perfecto. ¿Y qué debemos buscar? Si no lo sabemos, es fácil que nos quedemos con algo que realmente no se ajusta a nuestras necesidades. Para eso también es importante la ayuda del dependiente:


La talla en un traje será la combinación de dos medidas: la de la chaqueta y una categoría de tamaño, que podrá ser corto, regular, largo o extralargo, en función de nuestra altura (hasta 1,75m talle corto y a partir de ahi subiendo de 10 en 10 cm.). La parte más baja de nuestra chaqueta debería quedar a la altura del inicio del dedo gordo de nuestra mano.

Determinarán tanto la longitud de las tallas como de la propia chaqueta. Para la chaqueta, se tomará por la parte más ancha de nuestro pecho, por debajo de los brazos, o también tomando la medida de la cintura y añadiendo unos 15 centímetros. En teoría debería emplearse la mayor de estas dos medidas, aunque dependerá de nuestra complexión. Tengamos siempre en cuenta que un traje ya confeccionado no podrá recibir más que unos pocos ajustes posteriores, como las mangas y un poco en la cintura.

Ahora bien, serán los hombros la parte crítica a la hora de ver cómo nos queda un traje. Si éstos no se ajustan correctamente, no vale la pena seguir mirando el resto. Cuando nos probemos la chaqueta, una pista podremos obtenerla de las arrugas que se formen en nuestra espalda. Si son horizontales, necesitaremos una talla más, si son verticales, probemos con una talla menos.
Deberemos buscar que el ajuste en el hombro sea perfecto, que no se vea tirante ni que sobre tela. Otra forma de ver si la talla es la correcta será comprobar si las solapas se levantan al abotonar la chaqueta. Cuando hagamos esto, no deberían generarse arrugas, ni notar que se tira de los ojales. En muchas ocasiones, sobre todo en personas de figura más atlética, sucede que los hombros quedan bien, pero sobra tela en la zona de la cintura. Esto aún es ajustable.

Respecto al cuello se pueden dar también dos pinceladas sencillas: debe tocar en todo momento el cuello de la camisa que llevemos y, además, dejar que se vean alrededor de 2 cm de éste. Para ello, será importante que llevemos una camisa bien cortada, para tener una referencia correcta.

Un punto básico que la inmensa mayoría olvida son las mangas de la chaqueta. Sí, deben dejar ver al menos 1,5 cm de los puños de la camisa. Una referencia básica es hacer que lleguen hasta los huesos de la muñeca, y que la camisa siga un poco más.

En cuanto a los pantalones, de nuevo tendremos las mismas categorías que en la chaqueta, y dependerán de la longitud de la pierna. Si estás comprando un traje completo, es raro que tengas posibilidad de elegir que el pantalón tenga o no pinzas. Por lo general, los pantalones con pinzas son más formales. Importante: si notas arrugas horizontales, busca una talla más grande. En cuanto a la longitud de los pantalones, es un tema delicado. Lo normal es que tomen la medida del talón y hagan un corte recto. Sin embargo, esto no es del todo apropiado ya que, aunque por detrás el pantalón podrá tener un largo adecuado, por delante se generarán más arrugas de lo deseable. Se deberían tomar ambas medidas, haciendo que por delante el pantalón descanse levemente sobre el zapato, y haciendo un corte en diagonal al largo de cada bajo del pantalón.

Una vez nos hayamos asegurado de todos estos puntos, veamos el resultado final del traje. Si han sido necesarios unos ajustes, NUNCA pidas a nadie que recoja el traje por ti. Vé tu mismo y vuelve a probártelo para comprobar que los arreglos han sido los apropiados.

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