Francamente, hay pocas prendas tan versátiles como un traje azul marino (tal vez unos zapatos oxford negros). Y no es casualidad. El azul es uno de los colores que más favorecen, junto con el gris oscuro, y es por ello que la inmensa mayoría suele vestir estos colores. Se han convertido en los colores preferentes para cualquier ocasión formal y, ciertamente, si uno tuviera que elegir un único color de traje, éste debería ser azul marino.
Ahora en verano, el traje azul también puede usarse sin ningún problema, reservando el azul oscuro para la noche y tal vez eligiendo tonos medios para el día. El verano y su luz nos permiten ciertas licencias en los colores, pero también exigen determinados tejidos más frescos y ligeros, así como ausencia de forros que hagan del traje algo más llevadero con estas temperaturas.
A mí me gusta especialmente este tono que os traigo, más claro que el azul marino pero que también favorece mucho. Cualquier traje de este color irá perfecto con una camisa blanca y corbatas de casi cualquier color, siendo mis preferidas las rojas y granates.
En cualquier caso, recordad que no es sólo una cuestión de color, sino de ajuste de las prendas.
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