Empiezo diciendo que es francamente difícil solo por fotos diferenciar un traje artesanal. Si bien los detalles que ahora veremos pueden hablar del cariño puesto en un traje, todos, o casi todos, estos detalles se pueden encontrar también en un traje bueno de sastrería industrial.
Dicho esto, hoy vemos que se vende como artesanal y hecho a medida trajes que o bien se limitan a ajustar un patrón estándar a una fisionomía determinada o solo añaden un detalle como un bolsillo de parche o una solapa más ancha. Esto también ocurre en camisas y zapatos.
¿Pero cuáles son esos detalles en los que sin ser expertos podemos fijarnos para descubrir si un traje es artesanal o no?
- Ojales a mano. Un bonito ojal milanés en la solapa denota una destreza importante en el uso de la aguja. Conviene mirar los ojales de las mangas pues la mayoría son industriales. Una manera sencilla de comprobar si efectivamente han sido cosidos a mano es dándoles la vuelta. Si tanto por fuera como por dentro la terminación es similar no son a mano.
- Doble picado. Un segundo cosido a mano en hombros, solapas, bolsillos y frontales habla de verdadera artesanía.
- Los hombros. Si en su unión con la manga se observa como esta se eleva, algo conocido coloquialmente como “chorizo”, el hombro habrá sido cosido a mano. También si este cae de manera natural, sin salto alguno, formando incluso pliegues, - hombro conocido como “napolitano”, estaremos ante un hombro artesanal.
- El forro. Más importante que el forro en sí, es asegurarse que esté cosido a mano. Las puntadas de la máquina son todas similares en medidas y distancia; las hechas a mano no.
- Los dibujos casan. Si el estampado del traje no es liso, es decir cuenta con algún tipo de dibujo, observaremos como en las solapas de los bolsillos los dibujos casan. Hablando de dibujos, conviene igualmente comprobar que en la costura central de la espalda dicho dibujo no se parte ni se oculta.
- Botones de corozo. A cualquier chaqueta se le puede coser cualquier tipo de botones. No obstante, si los botones son de corozo, de asta o de cualquier otro compuesto natural, nunca de plástico, es más que probable que la chaqueta sea artesanal.
- Bolsillo interior. Al introducir repetidamente la cartera en el bolsillo interior de la chaqueta este puede terminar descosiéndose por sus extremos. Por ello, los sastres lo rematan con un cosido de refuerzo.
También en los pantalones encontramos detalles que hablan de su calidad:
- Corte trasero. Como mejor se ven los pantalones de traje es con tirantes. Por ello, resulta frecuente observar un corte en la parte trasera para ayudar a extender el tirón de los tirantes por toda la cintura del pantalón. De haberse cortado el pantalón para tirantes no verá pasador alguno para el cinturón y, modas aparte, su pantalón tendrá cosidos unos botones por dentro de la cintura donde poder asir las lazaderas de piel de todo buen tirante. Por ello, desconfíe de esos trajes donde los tirantes tiran, usando pinzas o lazadares, de una cintura con pasadores. Las pletinas, laterales o una central, terminan de ajustar un buen pantalón a la cadera.
- El bajo. Más allá de un ancho u otro, los bajos suelen reforzarse en su interior con una tira extra de tela para evitar que se deshilache por el roce con el zapato. Frecuente es también que se cosa un botón en su interior para poderlo desdoblar y quitar la suciedad que con el tiempo se puede llegar a acumular.
- Ojales traseros. Tanto los ojales de los bolsillos traseros como los de la portañuela deben haberse cosidos a mano. Hay quienes prefieren la clásica cremallera y no por ello el grado artesanal de su pantalón es menor.
- Cintura. Múltiples diseños, tanto en grosor como en forma, denotan cariño extra en su confección. La pinza doble así como el picado artesanal en la apertura del bolsillo terminan por diferenciar al pantalón industrial del artesanal.
Si bien es cierto que estos detalles podrían encontrarse en un buen traje MTM, al menos en España, estos suelen ir acompañados de una medida artesanal.
El Aristócrata