Uno de los principales problemas a los que se enfrenta un hombre en su paso hacia la madurez es vestir por primera vez de traje. Con la practicidad que le precede, el joven suele tomar como referente al hombre más cercano que encuentra, su padre, y en un alto porcentaje de ocasiones incluso recurre al armario de su progenitor para salvar el obstáculo
Pero entonces el contratiempo resulta mayor, puesto que el resultado dista mucho de lo que nuestro protagonista tenía en mente: esa imagen estilizada de hombre con clase que viste un sastre perfecto. Un hombre muy cercano a la nueva silueta ideada por el dúo Dsquared2 para su línea Classic Collection, la cual tomaremos como ejemplo.
“Cuando concebimos Classic Collection, queríamos reinterpretar el concepto de sastrería clásica y darle un punto más fresco para la gente más joven”, comentan los hermanos Caten cuando se les pregunta por esta última división de la firma. Y esto se resume en un nuevo dandy al que le gusta que sus trajes encajen a la perfección y proyecta una imagen renovada respetando los códigos clásicos.
Siempre bajo los criterios de rigurosidad de la sastrería italiana, los diseñadores nos proponen varios fits para que elijamos el que más se ajusta a nosotros, no es cuestión de encorsetarse de nuevo:
- Capri: americanas de dos botones deconstruidas y confeccionadas con tejidos ligeros y relajados para el verano.
- Milán: dos botones, solapa con muesca y pantalón pitillo.
- París: dos botones y solapa en punta de lanza.
- Nápoles: botonadura cruzada o sencilla con un solo botón.
- Tokio: traje de solapa redondeada.
Una vez seleccionado el estilo que más va con nosotros y asimilados los nuevos códigos del tailoring, podemos dar un paso más allá y atrevernos con el esmoquin. En este caso, los Dsquared2 apuestan por el Beverley Hills, un tuxedo con botonadura sencilla de un solo botón y solapa en punta de lanza en el que se contrastan colores y texturas (lana y seda, satén y terciopelo, raso y lentejuelas) para darle un nuevo aire al clásico atuendo de gala.
Ahora sólo queda echar un ojo a la galería y que decidas con cuál de ellos darás tu primer gran paso hacia la madurez (o asumes una nueva juventud…).
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