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martes, 9 de diciembre de 2014

EL CÓDIGO NO ESCRITO DE LA ELEGANCIA



Las normas más importantes del vestir del hombre poco o nada hablan de hacerlo de una u otra manera. Y es que sencillamente, la verdadera elegancia no la otorga el seguir unas u otras pautas. La verdadera elegancia, esa virtud tan escasa en nuestros días, es, por el contrario, un código de normas no escritas que han pasado de padres a hijos. Normas que se han aprendido en casa o que se han llegado a dominar observando a esos caballeros que las tenían interiorizadas desde su infancia. Normas todas ellas que no aparecen en los libros de moda sino que lo hacen en las biografías de los hombres más elegantes y educados de la historia.

Si bien conocer las nociones básicas sobre cómo combinar colores, estampados o cómo escoger la mejor hechura para nuestro físico, es algo, sin duda alguna, importante, son las normas no escritas las verdaderamente responsables de separar a quien se esfuerza por ser elegante de quien sencillamente lo es.
La elegancia es una actitud, un comportamiento concreto frente una situación determinada, la naturalidad con la que andamos, la facilidad con la que hablamos e incluso la destreza con la que escribimos. Es una forma de vida asimilada y no forzada, una manera de afrontar el día a día sin tener que parar a pensar qué corbata escoger o cuál es el zapato que mejor combina con nuestro traje. Y es que la elegancia no es otra cosa que naturalidad, sencillez y saber estar.

Son precisamente esas normas que han pasado de generación en generación, independientemente del caso omiso que hoy se haga de ellas, las responsables de separar el trigo de la paja. Es curioso observar como no hace tantos años las invitaciones no se llenaban, como sí lo hacen hoy, de frases del tipo “smart casual”, “formal dress”, “business standard”, “longe suit” y un largo etcétera; frases todas ellas con las que hoy se intenta evitar que los invitados desentonen con la formalidad o informalidad del acto. 
Hasta bien pasada la II Guerra Mundial, momento de inflexión en la vestimenta masculina, los señores eran perfectamente conscientes de aquello que tenían que vestir y no necesitaban a nadie que se lo recordase. Con prestar atención a la formalidad del acto y a la hora en que este se fuera a celebrar, se sabía cuál era el conjunto más apropiado para la ocasión. 

Eran tiempos donde no era necesario recordar que la noche requería de conjuntos oscuros o que no se podían vestir zapatos marrones en un acto formal y mucho menos hacerlo en ausencia de luz solar. De todos era conocido que el presentarse en una boda con esmoquin produciría, en el mejor caso, las risas del resto de invitados, que las camisas de cuadros se debían reservar para el fin de semana y nunca para las ocupaciones en la ciudad y que en los actos más formales había que decantarse por corbatas lisas y sin diseño alguno.
Aquellos señores habían aprendido de sus padres, y corroboraban en la calle, que los zapatos negros lisos de cordones eran la única opción para el chaqué y que si las camisas blancas había que reservarlas para la noche, las azules claras tocaba guardarlas para el día. Sabían de lo inapropiado del uso de gafas de sol en sitios cerrados, de la falta de respeto que suponía desprenderse de la chaqueta o desabotonarse el botón del cuello de la camisa y, por supuesto, nunca se hubieran podido imaginar que sus homólogos, menos de un siglo después, llegarían incluso a saludar a un Jefe de Estado con una gorra de béisbol en la cabeza.
Nada de esto ha quedado escrito y, sin embargo, estas normas son la verdadera esencia sobre la que construir no solo la base de la elegancia sino también las muestras de respecto hacia los demás. Normas todas estas que nada tienen que ver con una posición económica concreta sino solamente con la cultura y educación adquirida a lo largo de los años.

El Aristócrata 

miércoles, 23 de abril de 2014

VITALE BARBERIS CANONICO: CLASSIC WITH A TWIST



El pasado fin de semana tuve la doble suerte de asistir a la celebración del 350 aniversario del legendario telar italiano Vitale Barberis Canonico. Y digo doble porque por un lado disfrute de una puesta en escena como solo los italianos saben hacer y por otro porque fui el único medio español invitado. 

Aunque sus 350 años le valen a la mítica casa italiana no necesitar presentación alguna, para aquellos que no la conozcan decir que VBC es el telar más antiguo del mundo y el primero también a nivel mundial en cuanto metros de tela producidos. El que exporten el 80% de su producción a más de cien países le convierte también en la casa del sector con mayor presencia internacional. 

Podría parecer curioso el que tras más de trescientos años este telar siga estando en el mismo sitio que lo vio nacer. Pero dicha extrañeza dejar de serlo cuando se conoce que la zona de Biella es la zona de Italia donde el agua es más pura, algo fundamental a la hora de producir las telas. Como nota curiosa comentar que las chicas allí presentes comentaron durante algún momento de los dos días que pasamos en Biella el placer que suponía lavarse el pelo con el agua la ducha. 
Igualmente, otra nota destacable de la casa que está detrás de la mayoría de las telas de Drapers y de una muy buena parte de las de Ermenegildo Zegna es el hecho de que todo el proceso de confección tiene lugar en las factorías de Biella sin que externalicen ninguna parte de este. 

Dicho esto, no es mi intención narrar el proceso de confección de sus telas ni entretenerme en resumir los 350 años de una de las poquísimas empresas que puede presumir estar dentro de Les Hénokiens. Por el contrario, os voy a contar mi experiencia personal como uno de los pocos asistentes a tan interesante evento y el porqué estos señores son únicos cuando de dejar su impronta se trata. 

Desde el momento en que sales de casa y hasta que vuelves todo está organizado milimétricamente y no tienes que preocuparte de nada. Una persona asignada a cada invitado está siempre pendiente de que encuentres todo a tu gusto a tu llegada y de que no te falte de nada hasta tu regreso. 
Muchos antes que yo han dicho que ente lo bueno y lo excepcional la diferencia está en los detalles y yo solo puedo estar de acuerdo con esta afirmación. 

Detalles como encontrarte a la llegada al evento con un mayordomo perfectamente ataviado de chaqué, a medida por supuesto, y cuya misión sea solo acompañarte con un paraguas hasta la entrada ya es una muestra clara de cómo una marca cuyo lemotif es que sus telas se utilicen para hacer trajes a medida cuida su reputación al máximo. 

Una vez dentro del telar la persona que ha organizado todo tu viaje te espera para darte la bienvenida y presentarte tanto a los dueños de la casa como a otros invitados con los que sabe tienes alguna afinidad.
 
En el propio catering te das cuenta porqué los italianos son únicos defendiendo sus productos y porqué por más que nos pese nos llevan muchos años por delante en el posicionamiento de sus marcas. Yo siempre he pensado que de todo el mundo, y de todo, se puede aprender, unas veces para saber qué tienes que hacer y otras simplemente para conocer lo que nunca deberías hacer. Igualmente, soy de la opinión de que siempre es mejor acercarte con humildad y con ganas de aprender de lo que nuestros homólogos hacen. Y de los italianos tenemos, y mucho, que aprender. 

Y digo todo esto porque al contrario de lo que ocurriría en un catering en España donde agasajaríamos a nuestros invitados desde con tartaleta de no se qué, sushi de no se cuantos, milhojas del mar de Cuchunchú etc. etc. los organizadores de este evento se decantaron solo por productos 100% italianos. Infinidad de tipos de quesos, jamón de Parma, diferentes tipos de olivas, pasta etc eran los productos que adornaban los platos de los allí presentes. Ni que decir que los vinos, y hasta las mismísimas ginebras, eran, como no podía ser de otra forma, todos productos nacionales. 

Sin embargo, el complejo de inferioridad del español, mas si cabe el de los de clase más alta, hacen que ya hasta nos de vergüenza ofrecer jamón ibérico, dicen que por lo visto ahora esto es de pueblo, y por el contrario ofrezcamos productos que poco o nada tienen que ver con nuestra historia más legendaria gastronómica. ¿Os imagináis, por otro lado, qué diría tal o tal otra señora de su amiga la Marquesa de Chinchilla si en vez de darle ese champán tan mediocre, pero, eso sí, del grupo LVMH, le ofrecieran un vino espumoso, pero bastante mejor, hecho en Alicante? En fin, que una vez más me toca decir que tenemos lo que nos merecemos y que nos iría mucho mejor si defendiéramos nuestros productos y si nos dejáramos de mirar el ombligo pensando que somos los mejores y que todo lo que hacen los demás triunfa o por su marketing o porque su Gobierno les apoya. 
Otra cosa que me llamó la atención de la familia VBC es que a pesar de su reconocimiento y posicionamiento internacional son personas de su familia y de su gente. Y es que a pesar de las relaciones de esta familia y de sus negocios, el acto estaba claramente organizado pensando en sus familiares y amigos y solo unos cuantos medios muy escogidos al margen de aquellos. 

Al terminar el piscolabis de recibimiento pasamos al departamento donde se custodian los archivos con las telas más antiguas. La pertinente explicación sobre cómo se realizaban las telas hace trescientos años, cuando la maquinaria era francamente rudimentaria y la mano del hombre tenía que suplir sus deficiencias, fue de lo más interesante y entretenida. Su estudio nos develó la infinidad de tejidos que antes se producían. 

Desde los fabricados para atender a los ejércitos y caracterizados por su grosor, impermeabilidad y resistencia, hasta los más delicados de seda hicieron las delicias de los allí presentes. También me llamó poderosamente la atención la enorme variedad de colores, y sobre todo de texturas, que hace doscientos años demandaban los señores de entonces. Solo ver los anuarios dedicados a las telas de abrigo te da una idea de todo lo que nos hemos perdido en este Siglo con la obsesión de homogeneizar y oscurecer la vestimenta masculina. 
Fue entonces cuando a los medios allí presentes, GQ Japan, The Rake, Permanent Style, Parisian Gentleman, y la revista Rolling Stone nos recibieron Francesco Barberis Canonico y Giovanni Barberis Organista. Indudablemente no soy tan ingenuo como para pensar que son fieles lectores de mi página pero lo que sí me consta es que se habían tomado la molestia de haber pasado tiempo con su departamento de marketing para conocer algo de cada una de nuestras publicaciones. Otro detalle que habla de la importancia de cuidar los detalles. 

Concluida nuestra charla Francesco dio unas palabras a todos los allí presentes y brindó por otros 350 años. Al celebrarse el aniversario en el mismo día de San Valentín todas las tartas tenían forma de corazón lo que dio un toque bohemio a la gran fiesta que cerró el aniversario. 

Sin entrar en pormenores, solo quiero nombrar algo que me chocó bastante. Y no fue el hecho de que por cada traje de hilera sencilla hubieran cinco cruzados. Fue más por ese grupo de rock and roll que en uno de los patios abiertos empezó a animar la velada con un tipo de música que dista mucho de mis gustos personales. Y es que tras ese enorme ruido de batería y guitarras eléctricas se escondían tres tipos con cabelleras que ya le gustaría a la mía perfectamente ataviados con trajes a medida además de fenomenalmente conjuntados. 
Y si es que los italianos son especiales la familia que forma VBC es única. 

El Aristócrata

lunes, 7 de abril de 2014

LA SASTRERÍA NAPOLITANA 3ª PARTE: ENTREVISTA CON ORAZIO LUCIANO




Para concluir esta serie de artículos dedicados a la sastrería napolitana hemos estado con una de las casas responsables de haber elevado esta sastrería a cotas de calidad y estilo insospechadas.



La sastrería La Vera Sartoria Napoletana de Orazio Luciano es sin lugar a dudas uno de los más claros exponentes de lo que hoy se denomina coloquialmente estilo napolitano. A través de esta entrevista, su hijo Pino Luciano comparte con nosotros los comienzos de su padre así como nos cuenta el concepto que de la palabra “estilo” tiene La Vera Sartoria Napoletana. Todo esto sin olvidar profundizar en las características que han hecho mundialmente conocido y deseado al traje de chaqueta napolitano.



Para los lectores que en otras ocasiones nos han mostrado su malestar con las entrevistas publicadas en la lengua original de los entrevistados hemos traducido la misma al español. Sin embargo, para aquellos otros que quieran sacar todo el sentido de la misma también hemos decidido publicarla en italiano.

Antes de que empecéis con su lectura quiero agradecer la traducción desinteresada del texto a D. Elio Vélez. Igualmente, quiero reconocer el esfuerzo de D. Francisco Holzer por haber hecho posible esta entrevista.

Espero que la disfrutéis.

Responde Pino Luciano, encargado de Luciano SRL junto con su padre Orazio:

1. ¿Podría contarnos algunos antecedentes sobre la historia de Luciano, y comentarnos un poco sobre su experiencia como sastre a lo largo de todos estos años?
La nuestra es una empresa que nace de una pasión. La pasión de mi padre Orazio, quien desde pequeño se fascinó por la sastrería del abuelo, por el olor de las telas, por las jornadas laboriosas del taller y allí comienza a soñar.

En la década de 1950 inicia su aprendizaje en sastrería hasta que creó un pequeño taller y, luego, una auténtica fábrica propia en la década de 1950. Fue durante esos años que juntos hemos trabajado para convertirnos en los embajadores de la moda napolitana en el mundo, al mismo tiempo que hemos creado una red comercial moderna e internacional.

Hoy la empresa confirma su decisión por este trabajo, propone colecciones de altísima calidad al mismo tiempo que ofrece un producto excelente en el modelado, en los tejidos y en la confección. Ofrece, pues, un servicio de calidad previo y posterior a la venta. Detrás de este suceso está sobretodo la dedicación y el empeño de personas sencillas, enamoradas de su propio trabajo.

Orazio Luciano La Vera Sartoria Napoletana es hoy una marca que significa tradición; pero también, innovación. Los procesos que conducen a la realización de una prenda de calidad son múltiples y sofisticados, dirigidos con profesionalismo por cerca de 30 colaboradores.

El corte hecho a mano, la selección de los revestimientos, el planchado realizado primero con la prensa y, luego, con la plancha caliente y un trapo húmedo según la tradición artesanal. El resultado es una prenda de manufactura excelsa con las típicas mangas a mappina, los acabados con hilo y aguja, los interiores suaves.

2. ¿Qué hace tan especial un traje de Orazio?
Seguramente su suavidad. El secreto de nuestras prendas está, como es sabido, en la construcción de la chaqueta, desestructurada, como lo requiere la tradición napolitana. Con solo tocarla se siente que se trata de una prenda hecha a mano, con puntos de costura delicados y flexibles, los cuales hacen a la prenda más confortable. Además están las mangas a mappina y el típico ojal con forma de pipa que vuelve a cada prenda reconocible.

Las reglas sartoriales son seguidas atentamente por la firma, la cual produce trajes cocidos a mano con maestría y experiencia, con hilos de prima calidad. Fantasías clásicas y, obviamente, acabados sartoriales.

3. ¿Cuáles son las principales diferencias entre un traje de Savile Row y uno de Orazio?
Las prendas de Savile Row las podemos definir como de un estilo construido, pesado, a decir “artificial”. Están lejos de un modelado moderno como el nuestro, que desea vestir a un hombre amante de la elegancia, pero que no desea parecer formal y recargado por el traje.

4. ¿A quiénes considera los mejores sastres del mundo?
La sastrería napolitana es ciertamente la mejor del mundo y, además, podemos decir que nosotros estamos entre los mejores de dicho ámbito. Esto porque preservamos de la mejor manera la tradición napolitana no solo en la práctica, sino también en los valores

Para contar nuestra historia y el suceso de la sastrería napolitana hemos publicado el libro Una vita un misura, donde se comprende cómo la sastrería es una escuela de instrucción de la misma manera que lo fue para mí.

El sacrificio, la determinación, la seriedad, el profesionalismo y también la pasión infinita por la elegancia, por las telas, por los detalles. Esto porque, no obstante la tecnología, el tiempo corre siempre más veloz y nosotros tenemos la sensación de que hay valores que son firmes porque forman parte del ser humano.

5. ¿Cuáles son los factores claves que mejor definen el estilo napolitano?
En el pasado pero también en la actualidad, quien viste una chaqueta napolitana se reconoce desde lejos, porque se nota cómo la prenda se ha adaptado al cuerpo con naturaleza, casi como una segunda piel. La ligereza es su característica principal y quien puede hacer la prenda suave resulta celebrado por los entendedores.

Mi padre Orazio observa el taller cada día para garantizar el respeto de este regla fundamental en todas las delicadas fases de elaboración. Aún hoy tiene consigo su viejo dedal como recuerdo de sus orígenes y como amuleto de la suerte en nuestra aventura internacional, en la cual nos sentimos embajadores de la elegancia napolitana para el mundo.

6. ¿Cuál es su opinión sobre la manera de vestir de los caballeros españoles? ¿Qué piensa que deberían mejorar? ¿Cuál es su opinión, hablando con franqueza, sobre el trabajo de nuestros sastres?
Se trata de escuelas de producción diferentes. La escuela napolitana está entre las más conocidas del mundo porque ha sabido combinar el concepto de elegancia con el de comodidad.
La atención de las exigencias del cliente y el cuidado por los detalles son seguramente el secreto di toda escuela sartorial de éxito.

7. ¿Quiénes son o han sido los caballeros más elegantes en la historia del vestido?
Considero a Agnelli como uno de los hombres más elegantes de todos los tiempos. Su estilo inconfundible ha sido admirado en Italia y el mundo. En la escena actual, en cambio, diría que Luca Cordero di Montezemolo ha heredado su estilo. Se trata de hombres que han unido al éxito personal un atractivo de elegancia y encanto innatos.

8. ¿Cómo describiría la palabra estilo?
No podría darle una definición simple. Puedo decir, en cambio, que se trata de un modo de ser. No basta un traje bello o la justa combinación de colores, tener estilo significa tener carácter, personalidad. Nacemos con él o no…
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Risponde Pino Luciano, a capo della Luciano srl con suo padre Orazio

1. Can you give us some background about Luciano history and a little bit about your tailor work experience all these years?

La nostra è un’azienda che nasce da una passione. La passione di mio padre Orazio che da piccolo resta affascinato dalla sartoria del nonno, dall’odore delle stoffe, dalle giornate operose del laboratorio e lì inizia a sognare. Negli anni ’50 inizia la sua gavetta in sartoria fino a creare un piccolo laboratorio e poi una vera e propria azienda negli anni ’90. È stato in quegli anni che, insieme, ci siamo adoperati per divenire ambasciatori della moda napoletana nel mondo, creando una rete commerciale moderna e internazionale.

Oggi l’azienda conferma la sua dedizione per questo lavoro, propone collezioni di altissima qualità offrendo un prodotto eccellente nella modellistica, nei tessuti, nella lavorazione ma anche un servizio di qualità pre e postvendita. Dietro questo successo c’è soprattutto la dedizione e l’impegno di persone semplici innamorate del proprio lavoro.

Orazio Luciano La Vera Sartoria Napoletana è oggi un marchio che significa tradizione ma anche innovazione. I processi che conducono alla realizzazione di un capo di qualità sono molteplici e sofisticati, gestiti con professionalità da circa 30 collaboratori.


Il taglio fatto a mano, la selezione delle fodere, la stiratura eseguita prima con le presse, poi con ferro caldo e panno umido secondo la tradizione artigianale. Ne viene fuori un capo dalla manifattura eccelsa con le tipiche maniche a mappina, le rifiniture con ago e filo, gli interni morbidissimi.



2. What makes so especial an Orazio suit?
Sicuramente la sua morbidezza. Il segreto dei nostri capi è, come noto, nella costruzione della giacca, destrutturata, come richiede la tradizione napoletana. Già toccandolo si sente che si tratta di un capo realizzato a mano, con punti di cucitura delicati e flessibili, che redono il capo sempre confortevole. E poi ci sono la manica a mappina e la tipica asoletta a pipa che rendono ogni capo riconoscibile.

Le regole sartoriali sono seguite attentamente dall’azienda, che produce abiti cuciti a mano con maestria ed esperienza con filati di prima scelta. Fantasie classiche e ovviamente rifiniture sartoriali.

3. What are the main different from a Savile Row suit and an Orazio one?

I capi di Savile Row possiamo definirli dallo stile costruito, pesante, “artificiale” dire. Sono lontani da una modellistica moderna come la nostra, che vuole vestire un uomo che ama l’eleganza ma non vuole apparire troppo “formale” e appesantito dall’abito.



4. Who do you consider to be the best tailors in the World?
La sartoria napoletana è certamente la migliore al mondo e noi possiamo dirci tra i migliori sul campo, perché preserviamo al meglio la tradizione partenopea, non solo nella pratica ma anche nei valori.

Per raccontare la nostra storia e il successo della sartoria napoletana abbiamo anche prodotto il libro: “Una vita un misura”, in cui si comprende come la sartoria sia una scuola di insegnamento, proprio come lo è stato per me.


Il sacrificio, la determinazione, la serietà, la professionalità e poi la passione infinita per l’eleganza, per le stoffe, per i dettagli. Questo perché, nonostante la tecnologia, il tempo che corre sempre più veloce, abbiamo la sensazione che ci sono valori che restano fermi perché fanno parte dell’essere umano.

5. What are the key factors that better define the Neapolitan style?
In passato ma anche oggi chi veste una giacca napoletana si riconosce già da lontano, perchè si nota come il capo sia adagiato al corpo con naturalezza, quasi come una seconda pelle. La leggerezza è la sua caratteristica principale e chi riesce a rendere il capo morbido e fine viene celebrato dagli intenditori.


Mio padre Orazio segue il laboratorio ogni giorno per garantire il rispetto di questa regola fondamentale in tutte le delicate fasi di lavorazione.

Ancora oggi ha sempre con sé il suo vecchio ditale come ricordo delle sue origini e come portafortuna in questa nostra avventura internazionale in cui ci sentiamo ambasciatori dell’eleganza napoletana nel mondo.



6. What is your opinion about the way Spanish gentlemen dress? What do you think should be improved? What is your opinion, frankly speaking, about our tailors work?

Si tratta di scuole di produzione differenti. La scuola napoletana è tra le più note al mondo perché è riuscita ad unire al concetto di eleganza quello di comodità.


L’attenzione alle esigenze del cliente e la cura dei dettagli sono sicuramente il segreto di ogni scuola sartoriale di successo.

7. Who are or have been the most elegant gentlemen in men dress history?
Ritengo Agnelli uno degli uomini più eleganti di tutti i tempi. Il suo inconfondibile stile è stato ammirato in Italia e nel mondo. Nel panorama odierno, invece, direi Luca Cordero di Montezemolo che ha ereditato il suo stile. Si tratta di uomini che hanno unito al successo personale un allure di eleganza e charme innati.



8. How would you describe the word “style”?
Non potrei darne una semplice definizione, posso dire invece che si tratta di un modo d’essere. Non basta un bell’abito o il giusto abbinamento di colori, avere stile significa avere carattere, personalità. Ci si nasce o nulla…

Espero que os haya gustado.

domingo, 6 de abril de 2014

LA SASTRERÍA NAPOLITANA 2da PARTE





Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Por ello como continuación a nuestro artículo sobre la sastrería Napolitana me gustaría compartir con vosotros un video avance de la película O´mast.

¡Son solo cinco minutos pero todos ellos de puro disfrute!.

<iframe src="//player.vimeo.com/video/16443611?byline=0&amp;portrait=0&amp;color=ff0179" width="500" height="281" frameborder="0" webkitallowfullscreen mozallowfullscreen allowfullscreen></iframe> <p><a href="http://vimeo.com/16443611">O'MAST</a> from <a href="http://vimeo.com/user5120965">Kid Dandy</a> on <a href="https://vimeo.com">Vimeo</a>.</p>

sábado, 5 de abril de 2014

LA SASTRERÍA NAPOLITANA 1era PARTE




A lo largo de los años habéis sido muchos los que de manera abierta o a través de peticiones privadas reclamabais que se escribiera un artículo sobre la sastrería italiana y más concretamente sobre la sastrería Napolitana.


Antes de entrar en profundidad a hablar de este tipo de sastrería es importante tener en cuenta que la sastrería Napolitana ya no es exclusiva de los sastres Napolitanos y que hoy al ser este estilo muy demandado sastres de otras ciudades, e incluso de otros países, practican también la técnica utilizada por los sastres napolitanos.


Por ello, aunque todos podamos tener en mente una serie de diferencias básicas entre, por ejemplo, el estilo inglés e italiano es importante recordar que no siempre ciertas características son exclusivas de uno u otro corte. Es más, lo que hoy mucha gente denomina de forma genérica corte italiano no siempre coincide con el tipo de corte de ciudades como Milán o Roma.

Igualmente, es importante no olvidar que en Nápoles e incluso en Roma hay tantos estilos como sastres existen y generalizar como hoy se hace sobre el corte napolitano, milanés o romano es dejar de lado muchas consideraciones.

Y para terminar estas notas introductorias también hay que tener en cuenta que el trabajo del sastre evoluciona en el tiempo y que una chaqueta cosida hace quince años por, por ejemplo, Rubicciani diferirá bastante de la última chaqueta que abandonó su sastrería.



La sastrería alemana y francesa


Dicho todo esto, también es importante recordar a los más fervientes seguidores de la sastrería napolitana que al igual que en todos los países hay caballeros que cuidan con gran esmero su vestimenta también hay buenos sastres en prácticamente la totalidad de los países de la vieja Europa.

Y quien no esté de acuerdo con esta afirmación le recomiendo que profundice en los requisitos y los años de experiencia que se exigen en Alemania para poder poner en la puerta de una sastrería las palabras Maestro Sastre.

Mención aparte requiere Francia. No deja de ser curioso observar como en Francia, país que todavía ocupa la cúspide de la alta costura femenina, cada día resulta más difícil encontrar caballeros que vistan elegantemente de traje. Y eso que no hay que olvidar que en Paris en un tiempo atrás se establecieron muchos de los sastres y camiseros ingleses e italianos más reputados.

Los mismos Henry Poole, Caraceni y Cifonelli y Hilditch & Key, abrieron todos en Paris aunque hoy excepto la casa italiana Cifonelli y el inigualable también italiano Camps De Luca ya nadie queda en Paris y los italianos, y la mayoría también de los ingleses, que fueron un día a Francia volvieron a su país sencillamente porque los caballeros franceses no demandaban ya sus servicios.




Y todo ello sin olvidar que en Francia los caballeros llegaron a vestir francamente bien como atestigua la elegancia de actores de la talla Noiret, Belmondo o Gabin.

Dicho todo esto, es de justicia admitir que hoy son el Reino Unido e Italia los dos países referentes a la hora de vestir.

El denominado British Style tiene toda una historia detrás mientras que el denominado Stile Italiano es algo reciente. Con total confianza podemos afirmar que Nápoles sin Savile Row no hubiera alcanzado las cotas de calidad y perfección con las que hoy cuentan sus principales sastrerías.

Como ya dijimos en aquel artículo donde comparábamos el British Style con el Stile Italiano es de justicia admitir que si hoy hay una forma de vestir que traspasa fronteras esa es la italiana. Sin embargo, tampoco nadie debería dejar de admitir que si el estilo italiano y concretamente la sastrería napolitana ha alcanzado tales niveles de perfección es porque tenía donde fijarse y a partir de ahí crear ese estilo tan particular.




El por qué de Nápoles y Londres
Puede parecer lógico que la mayoría de los hombres mejor vestidos del Reino Unido se concentren en Londres. El poder económico de la capital inglesa así como el aglutinar muchos bancos tanto nacionales como extranjeros, despachos de abogados, sedes de multinacionales, auditoras, consultoras y otros lugares donde se cuida con especial esmero la forma de vestir ha hecho que desde hace dos siglos los más reputadas sastrerías y camiserías abrieran allí sus puertas.

Sin embargo, algo que llama poderosamente la atención es el hecho de que independientemente de que ciudades como Milán o Turín hayan sido el centro financiero de Italia, sea precisamente una ciudad de poco más de un millón de habitantes la que mejor haya sabido guardar la tradición. Nápoles es hoy el referente del buen vestir y la Meca a la que acuden los caballeros más elegantes del mundo en busca de ese corte tan característico.

Quizás el principal motivo de todo esto sea el hecho de que en Nápoles la tradición tenga, en todos los aspectos de su sociedad, mucha importancia. Solo como ejemplo apuntar que la gran mayoría de los caballeros napolitanos no entendería acudir a cenar a uno de esos lugares fashion que tanto abundan en las ciudades europeas y prefieran acudir a las Trattorias de toda la vida.




No deja de ser igualmente curioso el que en Nápoles la camisería a medida esté más extendida que en cualquier otro sitio en el mundo y sus propios habitantes elijan acudir a la camisería a medida y no al RTW a la hora de comprar sus camisas. La camisería a medida está tan extendida en Nápoles que sus precios son francamente competitivos de compararse con los de las principales ciudades europeas.

Es tal el poder de la tradición en Nápoles que es de los pocos sitios de Europa donde los caballeros todavía siguen yendo a las barberías y no a las peluquerías tal y como se conocen aquí.

De la misma forma, a nadie le debería sorprender encontrar señores de 70 años que solo tengan en su armario trajes a medida. Y esto no es porque sean presumidos; es sencillamente porque así han sido siempre las cosas allí y para sus habitantes resulta inconcebible que fuera de otra forma.




El comienzo de la sastrería Napolitana

Durante los años dorados del vestir masculino, los años 30, la elegancia de Cary Grant (quien por cierto era también cliente de la sastrería romana Caraceni), de Fred Astaire o de David Niven se apodera de la gran pantalla y su manera de vestir es imitada, o al menos se intenta, por los caballeros de la época.

Y es precisamente a partir de los años 30 donde el conocido hoy como estilo napolitano empieza a florecer.

Es concretamente con la unión de los míticos sastres Attolini y Rubinacci cuando nace en los años 30 la archiconocida London House. Es concretamente la London House y otro sastre italiano hoy ya elevado a mito por los estudiosos de la aguja, Angelo Blasi, quienes empiezan a desestructurar las armadas chaquetas inglesas imprimiendo ese toque único que desde hace unos diez años atrás ha ganando la partida a los sastres de la Row.

Para los amantes de este corte y reforzando la idea con la que abríamos este artículo de que no es bueno generalizar al hablar del corte napolitano apuntar que todavía hoy se dice que en Nápoles existen dos escuelas: la de Blasi y la de Attolini.

La principal diferencia es que el corte de Blasi es algo más estrecho de hombros y su chaqueta algo más armada, más tipo inglesa, mientras que la hechura de Attolini es algo más ancha. Los seguidores de Attolini mantienen que fue él quien desestructuró la chaqueta de Blasi, le quitó las hombreras y empezó a coserla entretelas muy finas dando lugar a lo que hoy la gente evoca cuando piensa en un traje napolitano.



Aunque el párrafo anterior podría hacer “correr chorros de sangre” entre los fervientes seguidores de una y otra corriente, lo que parece claro es que la sastrería italiana encontró en la alta sastrería inglesa el perfecto espejo en el que fijarse, imprimirle su propio estilo y crear un traje de una enorme comodidad.

Comodidad que consiguen olvidándose del forro, prescindiendo o utilizando finísimos paddings y escogiendo solo telas de tacto exquisito así como de una enorme ligereza y elasticidad.

Quien haya tenido la oportunidad de vestir uno de estos trajes habrá sentido la sensación de ir vestido de sport y no con traje alguno. El que apenas pesen los trajes resultantes y la facilidad de movimientos que permiten sus telas hacen que se adapte de forma totalmente natural al cuerpo. Esto hace que transmitan la sensación de ir, permitirme la expresión, como si se fuera con ropa de deporte. Y si lo que buscamos es esto hay que reconocer que como los Napolitanos ninguno.

De Londres a NápolesSi bien es de justicia admitir que desde hace ya diez años es la sastrería italiana y más concretamente la napolitana la que domina el mundo de la alta sastrería también lo es el hecho de que Nápoles no sería lo que hoy es sin, por un lado, un buen marketing y por otro Savile Row.




Así por ejemplo, resulta apropiado recordar que el mismísimo Rubinacci envió a SR a un miembro de su familia para que aprendiera el trabajo de los sastres londinenses y lo exportara a la London House de Nápoles.

También el sastre de Roma, Tommy Caraceni, fue enviado por su padre en los años 30 a Henry Poole para que entendiese y aprendiese la forma de trabajar de la que por aquel entonces era considerada una de las mejores sastrerías del mundo.

Otro ejemplo fue Arturo Cifonelli quien aprendió la profesión de su padre Giuseppe en Roma pero en vez de quedarse en Roma también se marchó a SR. En 1911 decidió volver a Italia y en 1930 terminó abriendo su tienda en París; donde hoy todavía sigue esta sastrería.

Si de los años 30 a los años 60, SR es el centro mundial de la más alta sastrería después de esta fecha se empiezan a invertir las tornas y la más actual y natural sastrería italiana gana año tras año más popularidad y los ojos de los consumidores de este arte que es la sastrería a medida empiezan a fijarse en ella.




Sus principales características
Los italianos han adaptado el estilo clásico inglés a los nuevos tiempos estilizándolo y desestructurándolo lo que ha dado lugar a lo que hoy se conoce popularmente como el estilo Napolitano.

Este característico corte se diferencia por contar con apenas “relleno” o entretelas, no tener forro excepto en la las mangas y carecer de estructura. Si bien todas estas características se pueden encontrar en otras ciudades italianas con elevadas temperaturas seguramente sea el archi conocido hombro napolitano la nota más característica del estilo napolitano.

Tampoco podemos olvidar esos tejidos de enorme ligereza y comodidad que nadie como sus sastres saben elegir para combatir las elevadas temperaturas de Nápoles. ¡Y eso que la gran mayoría de ellas todavía proceden del Reino Unido!

Son precisamente estas características las que hacen tan atractivos y hasta objeto de culto los trajes que cortan las tijeras de los más aventajados sastres napolitanos. Sin embargo, antes de dar por bueno la idea generalizada de que la terminación de estos trajes es la más avanzada y la más exquisita es importante hacer alguna puntualización.

El cliente de la sastrería más purista napolitana debe saber que estos trajes dan la sensación de estar más próximos a un conjunto de sport que a uno de chaqueta. El aspecto ligero del traje napolitano le quita formalidad y no deberíamos sorprendernos de escuchar de alguna voz autorizada que esto no es un traje y que además su construcción tiene mucho más de mito que de realidad.



También es importante recordar que si la tela no es de una calidad excepcional y confeccionada pensando precisamente en que no será cosida con forro alguno es muy probable que termine arrugándose de forma rápida. Y por supuesto si no se acude a la cuna de esta sastrería es mejor asegurarse un buen corte de “la vieja escuela europea” que innovar este corte con uno de nuestros sastres.

Este tipo de confección consigue resultados espectaculares con los trajes cruzados. Las DBJ tan demandadas y bien vestidas en el país de la pasta envuelven con una gran naturalidad y estilo a sus afortunados propietarios.

Como acabamos de apuntar uno de los rasgos más característicos del estilo Napolitano es la forma en la que se cosen las mangas a los hombros. Apenas se forma el conocido popularmente como “chorizo” y tampoco se aprecia apenas la costura donde se unen el hombro y la manga.

La terminación de la hombrera es redondeada. Igualmente, en muchos casos se aprecian pliegues a la altura de la costura del hombro. Esto último es así debido a que la chaqueta no cuenta con apenas hombrera y en la caída natural de la tela no queda más remedio que aparezcan éstas; algo que hoy hasta se exagera para reclamar el sello de “hombro napolitano”.




A esto hay que unir que para ganar comodidad la extensión de la tela del brazo que se une con la hombrera es más larga que la del diámetro de la hombrera. Esto obliga al sastre a, con mucha pericia y siempre a mano ya que las máquinas de coser no permiten coser dos trozos de tela de diferente extensión, introducir el sobrante de la manga en el hombro. Es precisamente esto lo que hace que aparezcan en muchos casos esos pliegues de los que estamos hablando.

Con todo esto se consigue una caída del hombro totalmente natural donde apenas se aprecia la existencia de la hombrera; entre otras cosas porque ya de por sí la propia hombrera es mucho más delgada de la que estamos aquí acostumbrados.

Otra de sus características principales es que, guardando las diferencias, se asemeja en gran medida al corte del hombro de una camisa; lo que los sastres napolitanos denominan como spalla camicia.Es importante nuevamente mencionar que si bien ciertas características, como la ausencia de padding en la hombrera, son comunes a la mayoría de los sastres napolitanos, otras como la mayor o menor limpieza de líneas dependerá de cada casa.

El no contar con forro les obliga a coser los bolsillos sobre la chaqueta en forma de parche, es decir, sobre la tela de la chaqueta y no con un bolsillo interior. Por eso es hoy tan frecuente observar como los sastres napolitanos han preferido dejar el interior de la chaqueta limpio, sin que se aprecie forro ninguno, y coser los bolsillos por fuera.

Otras casas, también napolitanas, prefieren forrar solo los costados para poder coser tanto los bolsillos laterales como el del pecho en el interior de la chaqueta.




¿Qué sastrería es mejor la italiana o la inglesa?


Sinceramente creo que quien mantenga una postura radical hacia una u otra sastrería se equivoca. Y se equivoca porque no hay una sola sastrería italiana o inglesa como tampoco hay un solo sastre en cada una de estas y porque también el trabajo de los sastres evoluciona.

Además de todo esto, no podemos olvidar que un buen sastre está capacitado para hacer el corte que le pida su cliente. Y quien no esté de acuerdo con nosotros que se pase por Anderson & Sheppard y pida que le corten un Rubinacci. Seguro que se sorprendería con el resultado.

Igualmente, a cada uno de nosotros nos puede gustar más uno u otro estilo y no por ello el otro corte es demasiado anticuado o por el contrario demasiado moderno. Si a todos nos gustara lo mismo creo, por ejemplo, que este blog no existiría.

Para mí nuevamente la clave está en el cliente. Dependerá de él y de lo exigente que sea el que consiga un traje mejor terminado. Todos nos esmeramos más en nuestras profesiones cuando sabemos que a quien tenemos enfrente conoce la diferencia entre lo bueno y lo excepcional.

Del Duque de Windsor, Fred Astaire, Cary Grant e incluso del mismísimo Príncipe Carlos han comentado sus sastres que eran clientes difíciles y que no se conformaban con cualquier cosa buscando siempre la perfección en la terminación de sus trajes.




Decía Angelo Blasi: "personalmente no me interesa el cliente a quien se puede satisfacer fácilmente, ese que está inmediatamente contento con mi trabajo. Hay poca satisfacción con un cliente así. Por el contrario dame el cliente exigente. En una palabra alguien que sea igual de perfeccionista que yo y que me obligue a sacar todo mi talento y destreza”.

Dicho esto y después de estudiar la sastrerñia napolitana creo que para calificarla de mejor o peor que la de otras ciudades es de vital importancia conocer nuestro concepto de traje y finalmente de lo que significa la palabra elegancia para nosotros.

ConclusiónPara todos esos lectores que me acusan de “no mojarme” con mi opinión en mis artículos decirles que sin quererme extender mucho yo diría que si lo que buscamos es limpieza de líneas, sobriedad, simplicidad, perfección, ausencia de arrugas y un traje que obedezca a los patrones clásicos de lo que debería ser un traje nuestra decisión debería ser la sastrería europea (inglesa, española, alemana o francesa).

Si por el contrario lo que buscamos es comodidad, estilo, la máxima calidad de mano de obra, naturalidad, diseño, tejidos de calidad excepcional y súper ligeros así como desprender un cierto grado de desenfadamiento parece claro que nuestra opción debería ser la sastrería napolitana.

O dicho de otra forma: la alta sastrería inglesa sigue siendo propietaria de la hechura más perfecta y de la atención al mínimo detalle mientras que la napolitana es única en diseño y en calidad de la mano de obra.


Y después de todo esto lo más importante: ¿vosotros qué opináis?