Uno de los terrenos que ha conquistado el hombre en los últimos años ha sido el color. Perder el miedo a usar una paleta que va más allá del negro, el azul marino y el gris ha sido todo un hito en nuestra evolución (bueno, eso y el empezar a comprarnos nosotros nuestra ropa interior).
Esto no quiere decir que nos convirtamos de manera automática en versiones locales del Lapo Elkann, el hombre que puede llevar un traje rojo sin que nadie le señale con el dedo por la calle. No, no hace falta llegar a los extremos. De hecho, muchas veces la elegancia está en todo lo contrario: hacer pequeños guiños que sorprendan y que demuestren que somos verdaderos caballeros que controlan a la perfección el lenguaje.
Entonces, ¿cómo usar el color? Uno de los primeros pasos que podemos dar para adentrarnos en el mundo technicolor son los calcetines. Esas pequeñas piezas de algodón, lana o seda que suelen estar ocultos por nuestros pantalones pero que, de vez en cuando y depende del gesto que hagamos gritan a nuestro alrededor: “Aquí hay un hombre con estilo”.
Pero claro, para eso hace falta saber bien cómo deberíamos llevar nuestro calcetines. Cómo combinarlos. Sabernos las reglas de juego porque no siempre vale eso de “en mi casa se juega así”.
Con ánimo de crear unas reglas básicas que nos ayuden a salir del apuro en cualquier ocasión (y convertirlo en el ABC de la elegancia masculina que vaya más allá de combinarlos con la camisa, el zapato, la corbata o el pantalón), vamos a daros una serie de consejos que hemos elaborado para conseguir que el color y nuestros trajes y pantalones de sport no se den de tortas y acabe siendo más ‘El club de la lucha’ que ‘El Gatopardo’.
TRAJES
Trajes oscuros
Con los trajes oscuros en general los calcetines que mejor funcionan son los de color azul oscuro sin llegar a negro. ¿Buscas una locura? Prueba con el mostaza.
Trajes gris o azul
Si bien el azul marino seguirá siendo una apuesta muy acertada, aquí hemos venido a jugar con el color, ¿no? Pues bien, apuesta por el granate. Verás como obtienes como resultado una combinación que funciona a la perfección.
Trajes lisos
Todo lo anterior se acepta, claro, pero añadimos un detalle. En este tipo de trajes además de los modelos de calcetines lisos también podemos jugar con las rayas, sobre todo las verticales que vayan a la par del canalé.
Trajes estampados (cuadros o raya diplomática)
La decisión en este caso es clara: los calcetines deberán ser lisos para no provocar ‘más ruido’ en el look.
El esmoquin
La etiqueta marca un tipo de calcetín muy concreto para el esmoquin: negro y de seda. Si es la primera vez que llevas uno, no lo dudes (o depende de la categoría de la fiesta). Eso sí, probar a innovar con un granate oscuro puede ser todo un éxito.
ROPA SPORT
En la ropa sport todos los calcetines están admitidos si sabes combinarlos bien y hacer juegos de colores. Rombos, rayas, dibujos y, por supuesto, todo tipo de colores están aceptados. La ropa informal está pensada para el ocio y ese debe ser nuestro planteamiento para nuestros pies. ¡Vamos a divertirnos!
Aunque también hay que tener en cuenta una serie de reglas:
Vaqueros
Michael Jackson convirtió en icono los calcetines blancos pero… él era el Rey del Pop y tú no. Así que mejor resérvalos para cuando vayas al gimnasio.
Pantalones de invierno
Con texturas como la pana o el tweed puedes permitirte calcetines más gruesos que no sólo jueguen con el color sino también con el propio dibujo de su trama y urdimbre: ochos, canalés xxl… Dale un punto diferente, es tu oportunidad.
MARCAS
Aunque cada vez son más las firmas que ofrecen calcetines con colores y combinaciones casi imposibles, hay algunas casas que son toda una referencia. Los calcetines de rugby de Hackett son una institución, como lo miles de colores de Happy Socks o Sockaholic o los estampados de SOLOiO. El Ganso le ha dado un punto preppy a los suyos y si buscas los calcetines más rojos del mundo, nada mejor que recurrir a la sastrería Gammarelli en Roma (ellos confeccionan los que llevan los cardenales).
CAÑA ALTA O BAJA
En este caso prima más la comodidad que la etiqueta, es decir, no importa tanto el largo como lo que necesites. Si te sientes más cómodo con unos de caña baja, puedes usarlos sin problema, lo mismo que si en invierno tienes frío puedes recurrir a la caña alta. Lo único que debes de tener en cuenta, y es nuestro consejo final, que deberías grabarte a fuego porque si no todo lo aprendido en este artículo no serviría para nada, es que NUNCA debería verse la pierna cuando te sientas.
Muchos son los hombres que al cruzarlas o simplemente flexionarlas dejan al descubierto la espinilla y eso, por muchos colores y estampados que lleves (o el mejor traje de Savile Row) provocará una catástrofe. Va en serio.
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