La moda, como otros ciertos campos tiene sus propias normas. Hay que seguirlas al pie de la letra para no caer en una falta de gusto. Una bonita combinación de colores es la base de un look bien construido. Si la asociación del negro y del blanco es un básico fácil de dominar, conviene sin embargo aportar algunos toques de gris.
Para salir de los aspectos más convencionales -azul, negro, blanco, azul gris o total black-, se pueden mezclar colores que tengan una atracción natural entre ellos. Así como el rojo casa bien con el azul o el verde; el rosa encaja perfectamente con tono taupe o beige.
También se puede probar con unos dúos más fuertes, como el coral con verde mar o naranja con azul marino. Y al final siempre volveremos a los mismo, sobre gustos y colores nada está escrito…
Un error de principiante que hay que evitar: jamás mezclar dos cortes idénticos como una parte de abajo y una parte de arriba muy anchas. El efecto será un desastre. La silueta se verá absolutamente desaliñada.
Si se es bastante esbelto, se puede permitirse un corte ceñido en la parte de arriba y más estrecho en la parte de abajo. Con esto se logra acentuar una forma más alargada. También se puede afinar la silueta llevando una prenda ceñida o ajustada en la parte superior, y un corte recto o Bootcut en los pantalones.
El skinny no le va bien a todo el mundo, por eso es bueno probarlo antes de llevarlo. Conviene pensar siempre en la correcta combinación de los cortes para no parecer ni más gordos ni menos estilizados de lo que en verdad se es. En realidad se trata de un juego de equilibrio fácil de comprender.
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