lunes, 11 de junio de 2018

LAS 10 CLAVES DEL TRAJE CRUZADO



¿Nos hemos preguntado por qué ya no vestimos trajes cruzados?. ¿Será porque a pesar de ser el más estiloso lo seguimos relacionando con la vestimenta clásica o pasada de moda?. 

Pues bien, a todos aquellos que sigan pensando así decirles que el traje cruzado es hoy, más que nunca, la pieza más actual y moderna del ropero del hombre. Bastará echar un vistazo a esa feria de los horrores y las maravillas, la feria del Pitti Uomo, para observar como los mejor vestidos lo hacen con trajes y chaquetas cruzadas. Tengamos en cuenta las siguientes claves y no nos equivocaremos en su elección:
1- Visita al sastre. La oferta de trajes cruzados de confección es muy escasa y difícilmente encontraremos el que nos gusta. De tener suerte, la probabilidad de que nos quede bien o nos convenzan, por ejemplo, su ancho de solapa, distribución de botones, altura de pico etc. serán escasas.

2- El estampado. Precisamente de acudir al sastre podremos escoger entre infinidad de tejidos y estampados. Pocas cosas hay más elegantes, y versátiles, que un buen traje azul marino cruzado. El estampado diplomático resulta siempre favorecedor, sobre todo en las personas de contenida estatura o con algún kilo de más. Siempre podemos atrevernos con dibujos como el Príncipe de Gales o el cuadro ventana. 
3- Conoce tu cuerpo. El traje cruzado queda particularmente elegante en las personas altas y atléticas. Sin embargo, también las personas bajas pueden disfrutar de él. Para ello, deberán jugar con el número de botones frontales y con la altura de los bolsillos e incluso de las solapas. El corte del traje cruzado y sus anchas solapas acentúan los hombros consiguiéndose una chaqueta cuya línea nos recuerda a la de una copa de Martini- ancha arriba y con una cintura muy marcada. Si tenemos unos kilos de más, este es también nuestro traje.

4- Tipos de chaquetas. 6×2, 6×4, 4×2… donde el primer número hace referencia al número total de botones y el segundo a los que se pueden abotonar. Tengamos en cuenta que a mayor número de botones menor será la parte que se vea de la camisa. Debido a ello, los amantes de la corbata de lazo encuentran en esta chaqueta un buen aliado. De ser de estatura normal o alta, mejor el corte 6x2 o 6x4, y de ser más bajo 4x2 o incluso 2x1. Un botón extra interior impedirá que la chaqueta baile. 
5- Las solapas. Solo pueden ser de pico. La única chaqueta cruzada que admite solapas redondeadas es la del esmoquin. En ambos lados aparecerá cosido un ojal. 

6- Aberturas. Mejor dos a los lados. Además de por su aspecto estético, dichas aberturas se antojan necesarias para al sentarnos evitar que la chaqueta se vuelque o resulte incómodo permanecer con ella puesta. Nuevamente y precisamente porque se pensó para permanecer todo el tiempo de pie, la chaqueta cruzada del esmoquin no cuenta con dichas aberturas. 
7- Siempre abotonada. Si bien, a excepción de los tres piezas, toda chaqueta debería permanecer siempre abotonada, en el caso de la cruzada es algo más que una obligación. Es cuestión de estética y elegancia. 

8- El corte del pantalón. Fundamental que transmita imagen de equilibrio y proporción. Según sea la hechura de la chaqueta así debería ser la del pantalón. Es decir, si la chaqueta es holgada también debería serlo el pantalón y si es entallada asegurémonos que el pantalón sigue su mismo estilo. 
9- Con pinzas. Aunque cada vez se estilan más los pantalones de traje sin pinzas, el traje cruzado resulta más formal que el de hilera sencilla y por tanto una o dos pinzas resultan aconsejables. 

10- Con vuelta. A pesar de que los más puristas británicos no estarán de acuerdo, la vuelta aporta el estiloso broche final que reclama este conjunto. 

El Aristócrata

lunes, 14 de mayo de 2018

GIANNI AGNELLI: DIEZ CLAVES DE ESTILO



Pocas personas han impactado tanto con su particular manera de vestir como Beau Brumell, Eduardo VIII y Gianni Agnelli. De los dos primeros hablamos años atrás pero el tercero lo teníamos pendiente. Un vestir mucho más cercano a nosotros y que marcó una época y todavía hoy sigue muy imitado.

Gianni Agnelli, el empresario que decidía cuando salía el sol en Italia, es el claro ejemplo de cómo romper las reglas y además ser admirado e imitado por ello. Al contrario que hoy ocurre donde unos con la ropa se disfrazan y otros se ocultan, el padre de FIAT transmitía con esta claramente su carácter. Conseguir un estilo único, estilo que no sigue moda alguna y que esté por encima de tendencias manteniéndose inalterado en el tiempo exige de una fuerte personalidad y confianza. Si además se cuenta con reconocimiento social todo será más fácil. Y si además incorporas gestos o innovaciones antes nunca vistas, tras las iniciales críticas, tu persona será recordada por muchas de ellas. Y Agnelli pasó a englobar la lista de las personas más estilosas de su tiempo, un style icon que hoy su vestir es recordado por, entre otras, las siguientes características:
1. El reloj sobre el puño de la camisa. Unas veces con un Omega Seamaster PloProf y otras con un Patek Philipe World Time (foto), el gesto de ponerse el reloj sobre el puño de la camisa, de confección de Brooks Brothers o a medida de Battistoni, es hoy todavía imitado. Fuese por, según él, no querer perder tiempo estirando el brazo para visualizar la hora o por su rechazo a sentir la piel del brazalete, la realidad es que todavía hoy se confeccionan camisas con un pasador en el puño por el que anudar el reloj. 
2. Sus trajes. Casi siempre grises y frecuentemente de Vitale Barberis Canonico, los trajes de franela de su sastre milanés A. Careceni estuvieron siempre presentes en su armario. Amante de tejidos pesados, como efectivamente son las franelas, combinaba sus trajes también con corbatas pesadas como eran las de lana. Sus trajes cruzados, los más destacados de la sastrería milanesa, se hacían reconocibles por sus anchas solapas y como buen italiano no olvidaba su pañuelo de bolsillo. También certificó la defunción del dicho inglés “never brown in town”. 
3. Botones del traje desabotonados. En los años 50 y 60 solo los trajes de sastre contaban con la posibilidad de desabotonar los botones de las mangas. Al contrario de lo que ocurre hoy, donde hasta los trajes de Massimo Dutti cuentan con ojales practicables, antes el gesto de desabotonarse los botones estaba relacionado con la vestimenta de trajes artesanales. Era un gesto que ponía de manifiesto los exclusivo de tu traje. Y Agnelli hizo gala de ello durante toda su vida.
4. Camisas con botones en el cuello desabotonados. El estilo desenfado que buscaba asociar a su persona, hoy los bloggeros que quieren hacer suyo ese aire relajado se refieren a él como sprezzatura, lo conseguía haciendo acompañar a sus corbatas de un cuello de camisa sport. Este gesto es hoy también imitado por muchos que piensan que el optar por corbatas con camisas con botones sin estos abotonados habla de un estilo especial. 
5. Las corbatas. Su corbata solía sobresalir la parte delgada sobre la principal. Aunque hoy este geste esté muy extendido entre los blogeros o los conocidos como “influencers” hace muy pocos años se entendía que la el sobrante de la corbata debí quedar oculto tras la más ancha. Este gesto que solo empezó a ser frecuente después de 1950 es hoy más recordado que su práctica más habitual todavía de esconder la parte más estrecha de la corbata tras la cintura del pantalón. Una arruga en el nudo de la corbata y una pala de corbata muy ancha remataban el estilo de su corbata. O sólidas sin estampado o pequeños círculos, y de lana eran sus preferidas.
6. Su calzado con traje no dejaba a nadie indiferente. Desde slippers, mocasines o incluso botas  su elección del calzado siempre fue muy personal y rompedora. Si bien su foto con las Panamá es hoy muy popular, el verdadero motivo de llevarlas fue para estabilizar un maltrecho tobillo después de un accidente de coche en 1952. 
7. Sus camisas. Más allá de dejarse los botones desabotonados con corbata, puso de moda las camisas con botonadura media central. Inglese fue el proveedor de estas camisas. Pero fueron sus camisas vaqueras las más rompedoras. Ya mayor, vestía este tipo de camisas en ocasiones donde el resto de invitados iban incluso vestidos con chaqueta. Este tejido también lo escogió para sus pantalones siendo muy frecuente verle con vaqueros en las más variadas ocasiones. 
8. El esmoquin siempre azul media noche. Casi siempre con solapas redondeadas, su personalidad y confianza hacían que cuando lo vestía en la versión cruzada se permitiera la licencia de dejarlo desabotonado. 
9. Mezcla de estilos. Ese gusto por marcar su presencia con su ropa, algo que también hacía el Duque de Windsor, se aprecia con la combinación de prendas formales y propias de la vestimenta más casual. Un jersey con corbata, unas botas con traje diplomático frecuente era verle con ropa propiamente de campo con conjuntos de ciudad. 
10. Trajes estampados pero camisas lisas. No solo en los trajes, también en los abrigos estampados como rayas diplomáticas, cuadros ventana eran combinados con camisas blancas. 

Crear un estilo propio es algo que requiere de tiempo, confianza y constancia. Tampoco olvidemos que este tiene muchas más opciones de ser alabado si quien lo pone en la calle es un personaje conocido y, mejor, respetado en el campo profesional. De no ser así,  las opciones de conseguir el efecto contrario serán muchas. 

El Aristócrata

lunes, 16 de abril de 2018

EL ESMOQUIN EN 10 FOTOS



Si bien en julio de 2008 escribimos un extenso artículo del esmoquin, hoy vamos a repasar de manera rápida y con diez fotos las 10 claves del mismo:

A pesar de ser una de las prendas más elegantes, muchos desconocen los secretos y alternativas que brinda este conjunto. Inicialmente creado para fiestas y momentos donde la mujer no estaba presente, hoy sigue presente y de plena actualización. Estudiemos todas las opciones que ofrece y hagamos que nuestro esmoquin se diferencie de los alquilados y de los muchos aburridos que veremos estas fiestas.

1. ¿Chaqueta cruzada o de hilera sencilla? En contra de lo que ocurre con el traje estándar, en el esmoquin la chaqueta de hilera sencilla se considera más formal. Esto es así porque debe acompañarse de una tercera pieza: un fajín o chaleco. Se puede vestir abierta o cerrada y llevará solo un botón que estará forrado con la misma seda y color que el de las solapas. Únicamente el color negro o el conocido como azul media noche deberían entrar dentro de nuestra elección. 
2. ¿Fajín o chaleco? En sus comienzos solo el chaleco era admitido y todavía hoy este se debería preferir por su seriedad. La entrada del fajín fue progresiva ganando protagonismo en las fiestas más informales y cuando bajo climas tropicales se vestía el esmoquin de chaqueta blanca. Era con esta cuando incluso en el fajín se introducía una nota de color. Solo se debería optar por aquellos chalecos de hilera sencilla, bajos de altura, siempre del mismo color que el resto del esmoquin y, a ser posible, con sus cantos rematados a seda y a mano.
3. ¿Solapas terminadas en punta o redondeadas? Hasta que el Duque de Windsor no puso las solapas redondeadas de moda todas terminaban en punta. El hecho de que su hermano mayor el frac las llevara siempre rematadas en punta condicionó al esmoquin. Hoy se alternan ambas terminaciones se trate de chaqueta cruzada o sencilla. No obstante, la informalidad de las chaquetas blancas agradecen las solapas menos serias redondeadas. En ambos casos las solapas estarán rematadas en seda. En lo que no caben opciones es en lo referente a las aberturas. Ni en la cruzada ni en la de hilera sencilla tienen lugar. Recordemos que las aberturas buscan principalmente ganar comodidad al sentarse y el esmoquin se creó para vestirse en fiestas donde la mayoría del tiempo se pasaba de pie.
4. ¿La corbata de lazo negra o de color? ¿De seda o lana? ¿Simétrica o anárquica? A pesar de las nuevas tendencias, la corbata de lazo no debería de ser de color diferente al negro. Si bien con algunos conjuntos la corbata de lazo podría ser de lana, con el esmoquin debe ser de seda y siempre mejor si nos la anudamos manualmente, algo que consigue que sus dos extremos no sean exactamente iguales. Su seda debería ser la misma que la de las solapas de la chaqueta. Siempre mejor si es de una sola pieza y a medida de nuestro cuello.
5. ¿Zapatos Oxford u opera pumps?. Ambas opciones son válidas aunque las opera pumps son más especiales. Asegurémonos de que su lazo esté confeccionado con la misma seda que la corbata de lazo y que la seda de las costuras laterales del pantalón. Las opera pumps de terciopelo son válidas aunque mejor vestirlas en ambientes relajados. De preferir el modelo Oxford el Balmoral quedará muy especial en su terminación charol y con los lazo de seda. El pantalón debería tocar el zapato siendo su boca algo ancha. 
6. ¿Cuello estándar o diplomático?. Sea solo por lo poco que se ve el cuello diplomático, este resulta mucho más personal. Intentemos que la corbata de lazo quede encuadrada entre los picos del cuello no sobresaliendo de ninguno de ellos. Recordemos que el delantero de la camisa del esmoquin es del tipo marcella o piqué y el puño doble resulta obligatorio.
7. ¿Botonadura joya o de madre perla?. Si podemos permitírnoslo no lo dudemos: hagámonos con una botonadura con alguna piedra preciosa de color. Solo aquí permite el esmoquin incorporar una nota de color. Las botonaduras de ónice son una opción mucho más asequible y de elegir el mismo material y color en pechera y gemelos el resultado puede ser muy elegante. 
8. ¿Calcetines de hilo o de seda?. Aunque los de hilo pueden sacarnos de un apuro, son los de seda los más acertados. Intentemos que sean 100% de seda sin mezcla. Obligatorio que lleguen hasta la rodilla, algo que evitará tener que colocárnoslos a lo largo de la velada. 
9. ¿Qué complementos son los más acertados?. Un pañuelo de bolsillo blanco, de lino o de seda, ribeteado a mano añade siempre un toque especial. La historia del esmoquin desaconseja llevar reloj. Pero si aún así necesitamos saber la hora siempre mejor escoger uno de pulsera que de muñeca. Los más clásicos seguro que agradecen en las noches más frías un sombrero Homburg, un largo abrigo Chesterfield cruzado, unos guantes de piel grises y una bufanda blanca. 
10. ¿ La chaqueta de fumar de terciopelo un buen sustituto?. Aún existiendo chaquetas de fumar de gran belleza, el conjunto resultante es más informal no siendo apropiado en celebraciones serias o protocolarias. No obstante, estas chaquetas abren un abanico de lo más interesante en la vestimenta más dandi. 
El esmoquin es una prenda que ni pasa de moda ni ha sufrido modificaciones importes. Por ello, no dudemos en acudir al sastre y darnos un capricho estas Navidades. Permanecerá mucho tiempo en nuestro armario y pronto se nos olvidará el precio pagado por él. 

Solo me queda felicitaros a todos las Navidades y esperando que hayáis tenido un gran 2017 desearos lo mejor para el 2018. Un abrazo muy cordial.

PD Quienes quieran profundizar más en esta prenda encontrarán en la columna de la derecha un video explicativo.
El Aristócrata

lunes, 2 de abril de 2018

A GUIDE TO WEARING STRIPES LIKE A SARTORIAL ROCKSTAR

The Low Down On Stripes


Stripes should be a staple of every guy’s wardrobe. But that’s not to say that you’ll get the same mileage out of them as your mates might. There’s two very simple things to keep in mind, which help you guide your choices on which style is right for you and your rig.
Vertical stripes are great for you shortarses out there. The unbroken lines can to add a few illusory notches on the tape measurer. It won’t change the fact that you’re not six three, but it’s something.
Horizontal stripes are a different story. These emphasise width – in other words they make you broader, or fatter, depending on your existing body dimensions. If you’ve got a couple of extra kegs you want to hide from the missus, think about vertical stripes over horizontal ones.
Next up, we look at a few different ways to wear stripes, touching on the range of dress-codes a guy can come up against during the week.

The Gordon Gekko


When most of us think of stripes, we think Wall Street power suiting. And with good reason: it’s a strong look that cultivates a lasting impression if you pull it off right. Despite the fact that no one really likes bankers or lawyers, we can’t fault the way that they dress and where they put stripes in the menswear market.
Power suiting generally calls for a combination of stripes, but keep them to different sizes in width, and complementary colourways. Do a trial run at home before committing to the triple threat ahead of a big meeting.
Start off with soft pin stripes, especially in a conservative office. If the old, fat blokes in corner offices wear chalk stripe, it probably means you can’t (yet). Regimental or club striped ties are a little stuffy. Look for striped ties that don’t resemble something from an old-fart British rowing club, and you’ll be set.

Stripes (For The Not So Bold)


While it’s good to break out the American Psycho look once every so often and ball out like you’re an 80’s stockbroker high on Reaganism and trickle-down economics, it’s a reality that not every office is receptive to power suiting. You might need to tone it down a little, so here’s how to tastefully incorporate stripes and channel your inner investment banker douche more discreetly.
The gold standard of pattern combinations in the workplace is as follows: One for understatement, two if you’re feeling a bit brave, three if you’re reckless and far too invested in whatever sprezzatura means.
Thicker stripes are harder to pair with other patterns. A bengal stripe shirt should go under a plain suit and accompany a plain tie; leave the windowpane checks and spotted ties at home.

Smart Casual


On the other end of the spectrum, a lot of guys navigate the eternally-undefined terrain of ‘smart casual’ with stripes. Stripes can work their way onto seersucker blazers, casual shirting, and semiformal trousers so you’re not confined to suits that only guys that live in New York are allowed to wear.
To keep it simple, you could wear a striped tee underneath a plain blazer, or mix it up and wear mismatched pinstripe trousers with a shirt and cardigan in winter. Here, stripes should add a small point of difference and not overwhelm your look with too much going on.
Mixing vertical and horizontal stripes has never looked good. Remember the golden rule of mismatching pattern sizes if you want to play that game.
If you wear a striped blazer, keep your tie and shirt fairly plain to let the jacket do its thing. Don’t overcrowd yourself with too many patterns.
Avoid unusual colours with stripes. Anything outside the conservative triumvirtate of white, grey, and blue kinda reminds us of vintage chocolate wrappers or prison outfits.

Poolside Casual


With their nautical connotations, it’s not a huge surprise that stripes factor into casualwear come summertime. Stripes remind us of the sun, the beach, and not giving too much of a f**k about anything. That said, there’s still a few basic rules to consider when you’re dressing up (or down) for your lazy afternoon on a deckchair.
Stripes give off nautical vibes, so try to avoid other nautical symbols like anchor prints if you want to be taken seriously at the resort karaoke bar.
You can have a party on one side of your outfit, not both. Don’t combine stripes with another pattern. When in doubt, wear lots of plain white and navy.

lunes, 26 de marzo de 2018

¿CÓMO ES UN BUEN PARAGUAS?. EL PARAGUAS ARTESANAL



Pocos son los paraguas que hoy llamen la atención por su bonito diseño o por contar con una gran calidad. En un sector propiedad casi en exclusiva del negro y de baratos modelos, este complemento se sigue fabricando artesanalmente en unos pocos talleres del mundo, ofreciendo infinidad de alternativas entre las que escoger. 

Aunque hoy el paraguas sea utilizado únicamente para protegerse de la lluvia, en sus orígenes, S. XI antes de Cristo, este servía para mostrar estatus social y solo las mujeres lo usaban a modo de parasol. Habría que esperar hasta el S. XVIII para que empezara a ser usado también por los hombres quienes hasta la fecha se valían de la capota de los coches de caballo para llegar lo menos mojados a su destino. 
Fueron los ingleses quienes vieron en el paraguas el mejor aliado para su lluvioso clima y empezaron a elaborarlo artesanalmente. En 1852, Samuel Fox confecciona en un pequeño taller de Stocksbridge un paraguas artesanal cuyas medidas definirán para siempre la forma que este todavía hoy conserva. 
Sea porque termina perdiéndose o porque no se sabe valorar el trabajo realizado en un buen paraguas artesanal, la realidad es que no muchos hombres le prestan atención adquiriéndolo en sitios baratos u optando por largos modelos negros con puños de plástico. Sin embargo, un paraguas de calidad es fácil de diferenciar. 
Más allá de que el paraguas negro sea excesivamente formal y debiese estar destinado solo a actos como bodas o entierros, el hacerse con un paraguas a medida permite optar por infinidad de colores y estampados. Además, se podrá contar con diferentes modelos para los conjuntos de sport y formales. Igualmente, como todos los productos con mimo elaborados, un buen paraguas artesanal durará muchos años pudiéndose reparar llegado el momento. 
El bastón, mejor si todo él es una pieza entera, deberá ser de bambú, material muy duro y además lo suficientemente elástico para resistir el viento que muchas tormentas traen consigo. El puño podrá estar recubierto en piel o fabricado en materiales tan diversos como plata, ébano o  cuerno. 
Hoy tejidos como el algodón son impermeabilizados lo que permite escoger entre infinidad de telas. No obstante, la clave de un buen paraguas, y de su durabilidad, son los materiales con los que se ha confeccionado y la calidad de la mano de obra empleada. Unos buenos rayos, de número nunca inferior a ocho varillas, de calidad bien cosidos y fuertemente unidos a los tacos, y un cuidado armazón de costillas son las claves de la longevidad del paraguas. 
El cosido de las varillas, opciones para la longitud de las mismas, el propio clavado de las pestañas, la unión de los rayos o un único tallo de madera hablarán de la calidad del trabajo del paragüero. Otros detalles como la terminación de costuras de ojales y pestañas o la calidad de la contera definen al paraguas artesanal de calidad. Y si además ha sido elaborado a medida y a gusto todos los detalles del cliente, difícilmente se nos olvidará en el taxi. 
La mayoría de las tiendas de paraguas de calidad han tenido su sede en Inglaterra. No obstante, como también ha ocurrido en la sastrería, ciudades como París o Milán vieron una oportunidad de negocio reinventando el estilo sobrio inglés pero manteniendo su alta calidad  en la confección. Hay casas paragüeras que vieron cumplir los ciento cincuenta años como Thomas Brigg & Sons en Londres, Boutique Bétaille en París, comprada en 1919 por la propia Thomas Brigg & Sons o la italiana Francesco Maglia quienes han estado detrás de los paraguas de las Casas Reales de medio mundo.  
Aunque hoy la propia Thomas Brigg & Sons forma parte de Swaine & Adeney habiendo perdido sus paraguas en la oferta final del comercio la importancia de antaño, todavía hay casas como las italianas Ombrelli Maglia y Mario Talarico que elaboran paraguas como se hacía hace casi doscientos años. Estas dos casas paragüeras son hoy probablemente las más reputadas del mundo por contar con el mayor grado de especialización en los diferentes procesos. Esto les ha permitido estar detrás de muchos de los paraguas fabricados por otras conocidas marcas paragüeras. 

PD Recordad que el paraguas cerrado debe llevarse con la contera siempre por delante. Es la mejor forma de asegurarse de no molestar a los que caminan por detrás. 

El Aristócrata

viernes, 9 de marzo de 2018

CLAVES DEL ZAPATO DE HEBILLA



Por unos amado y por otros no entendido, este modelo de zapato goza de gran aceptación en países como España e Italia.

Aunque difícil verlo en los pies del más purista inglés – este entiende que algo con adornos metálicos no puede tener cabida en cualquier atuendo mínimamente formal -, la realidad es que hoy se viste acompañando tanto a trajes como a conjuntos de sport. Además, los modelos de hebilla realizados por ciertos artesanos zapateros aportan un estilo difícil de conseguir con cualquier otro modelo. 
Los “monk” deben su nombre al zapato elegido por los monjes para desbancar a las poco protegidas sandalias que usaban hasta entonces. Situado en un paso intermedio entre el formal Oxford y el más informal derby, su versatilidad permite vestirse tanto con el mejor traje azul marino y, también, con unos sencillos jeans. Si bien ni con chaqué ni esmoquin es correcto, bastará con acertar con su color para saber qué modelo combina mejor con uno u otro conjunto. 
Si el modelo más polivalente es el marrón oscuro, el burdeos cada día gana más adeptos acertando con conjuntos tanto de corbata como sin ella. Si el doble hebilla negro sigue siendo un “must”, la realidad es que su protagonismo de antaño ha dejado paso a otros colores. No obstante, el popular traje azul marino admite de buen grado tanto este color como otros marrón o cercanos al burdeos. El gris por su parte prefiere las tonalidades oscuras de marrones. 
Un modelo particularmente interesante es el doble hebilla de ante. Aunque más informal que el de piel estándar, incorpora una nota de estilo difícil de conseguir con cualquier otra terminación. Asegurándose de que el corte del traje es lo suficientemente dandi como para combinar elegantemente con este zapato se habrá acertado. Los trajes de corte más clásico quedarán con seguridad mejor con una piel que no sea de ante. 
A pesar de que se vean zapatos de doble hebilla con adornos tipo “brogue” en la puntera, o incluso en las palas, lo cierto es que las hebillas ya de por si tienen la suficiente personalidad como para no necesitar dibujo alguno más. Una puntera limpia o solo una fina línea es todo lo que necesita para no parecer sobrecargado. Otro modelo especialmente elegante es el doble hebilla cuyas hebillas apuntan al talón del zapato y no aparecen cosidas en vertical. 
Estas terminaciones conocidas como cutaway suelen ser más visuales con los conjuntos de sport, aunque de acertar con el diámetro de boca de pantalón y la línea del zapato el resultado puede ser también bien recibido con traje. Las botas balmoral, zapato que ha acompañado históricamente al chaqué, o las conocidas como botas Chelsea, empiezan también a hacerse en horma de doble hebilla con resultados increíbles. 
Si los amantes del vestir más refinado hacen coincidir el color de las lazaderas de sus tirantes con el de sus zapatos, también estos se aseguran de que el color de las hebillas de sus zapatos coincide con el de su reloj o el de sus gemelos. No obstante, como ya se ha apuntado en esta columna en otras ocasiones, todo lo que parezca demasiado forzado o pensado no suele ser elegante. 
El doble hebilla puede, perfectamente, compartir espacio en el armario con el de hebilla simple aunque, preferencias aparte, este último carece del estilo del primero. Dicho esto, lo que sí se debería evitar es optar por zapatos de tres hebillas o de dos donde ambas hebillas estén muy próximas. 
Independientemente de las modas, siempre malas consejeras, téngase en cuenta la recomendación de dejar las suelas de goma para el entorno rural. Tampoco vestir los doble hebilla sin calcetines parece lo más higiénico, independientemente del resultado estético y lo de moda que esté.

El Aristócrata

lunes, 9 de octubre de 2017

El TOP 10 de los zapatos para hombres más caros del mundo

El TOP 10 de los zapatos para hombres más caros del mundo
Pinterest
¿Alguna vez te has preguntado cuánto cuestan los zapatos para hombres más caros del mundo? Si la respuesta es sí, prepárate, porque dentro de muy poco lo descubrirás.
Para nadie es un secreto que los zapatos sí importan, por lo que es normal echar un vistazo a cuáles son las preferencias de los más ricos del mundo. Además, cualquier hombre que se preocupa por la forma en cómo comunicar y por dar una perspectiva visual a su público sabe que los detalles son muy importantes, incluyendo los zapatos.
Aunque hay muchos otros pares de calzado que se encuentran en estos rangos de precios, en este artículo nos hemos enfocado en los zapatos para hombres de estilo clásico.
Sin más preámbulos, conozcamos la ostentosa lista de los 10 zapatos para hombres más caros del mundo:
10. Tanino Crisci, de Lilian– Precio: $1.250 (1.121 euros)
Tanino Crisci, de Lilian– Precio: $1.250 (1.121 euros)Comenzamos nuestro top 10 de los zapatos para hombres más costosos del mundo con estos Tanino Crisci de Lilian. Este es uno de los más grandes modelos en la industria de calzado. Cada par es hecho completamente a mano para ofrecer una mejor experiencia y mantener un alto nivel de elegancia.
Con un precio de $1,250 solo los más ricos del mundo pueden permitirse comprar varios pares de ellos, por lo que salta al aire la pregunta del millón de dólares: ¿Pagarías tanto dinero por solo un par de zapatos de esta marca o por cientos de menor valor?

9. John Lobb 2005 – Precio: $1.280 (1.148 euros)
John Lobb 2005 – Precio: $1.280 (1.148 euros)Estos zapatos de color caoba y ébano son cómodos y elegantes. El modelo específico de la edición 2005 es uno de los más caros que ha sacado al mercado la marca hasta la fecha.
A pesar de su precio, esta colección tuvo un gran éxito para la marca, algo que podemos comprobar al ver cómo más 10 años después de su lanzamiento aun se sigue hablando de ella.

8. A. Testoni Norvegese – Precio: $1.500 (1.345 euros)
A. Testoni Norvegese – Precio: $1.500 (1.345 euros)Testoni es, sin duda, una de las marcas más lujosas y Premium en términos de fabricación de zapatos, lo que la ha convertido en responsable de la mayoría de los modelos para hombres más caros del mundo.
Aunque parezca mentira, estos zapatos de $1.500 son los más baratos que puedes encontrar en la colección de Testoni, por lo que la marca está incluida dos veces en este top 10.
Cada par está hecho a mano y los detalles en cada pieza son sencillamente extraordinarios. Por lo tanto, no existe una mejor manera de decirle al mundo que sabes cómo vestirte de manera elegante que vistiendo este ostentoso modelo.

7. The Russian Calf de New & Lingwood – Precio: $1.550 (1.390 euros)
The Russian Calf de New & Lingwood – Precio: $1.550 (1.390 euros)El puesto número siete en nuestra lista de zapatos para hombres más caros del mundo pertenece a New & Lingwood y su increíble modelo The Russian Calf. Con décadas de tradición en la elaboración de los más duraderos y elegantes zapatos para hombres, esta marca se ha convertido en un fenómeno mundial cuando se trata de calzados.
Ser la marca favorita de muchos de los oligarcas hace que The Russian Calf brinde una profunda conexión con el usuario y lo haga volver a las raíces.

6. Berluti Rapiécés Reprisés – Precio: $1.900 (1.704 euros)
Berluti Rapiécés Reprisés – Precio: $1.900 (1.704 euros)Solo se ha fabricado una pequeña cantidad de este modelo, ya que Berluti es conocido por crear pares exclusivos. Muy similar al modelo de negocio de Ferrari en los últimos años, esta marca solicita el envío de una invitación y su aprobación para iniciar la creación del par de zapatos.
El precio comienza en $1.900, pero la compañía informa que la mayoría de sus modelos son totalmente personalizados, con la finalidad de adaptarse a las necesidades del futuro propietario.

5. Stefano Bemer – Precio: $2.000 (1.793 euros)
Stefano Bemer – Precio: $2.000 (1.793 euros)Este famoso zapatero es el responsable de que algunas marcas como Gucci lo buscaran bajo cielo y tierra para establecer relaciones, pero desde hace un par de años ha puesto fin a cualquier tipo de colaboración para hacer crecer su marca personal.
Stefano es considerado un maestro en el arte de hacer zapatos a mano, con diseños desde cero que parecen una obra de arte. Es importante mencionar que todo el proceso tarda alrededor de 3 meses desde el inicio hasta el final, sin embargo, bien vale la pena.
El precio comienza en $2.000, pero como la mayoría de este tipo de marcas, es posible personalizar de la manera que el cliente desee.

4. Aubercy – Precio $4.700 (4.215 euros)
Aubercy - Precio $4.700 (4.215 euros)La adición de diamantes en artículos de uso diario se ha convertido en una práctica muy habitual en los últimos años. Pues, los zapatos Aubercy se ubican en la cuarta posición de nuestro Top de los 10 zapatos para hombres más caros del mundo.
Aubercy es una reconocida marca en el negocio de zapatos de alta gama. La edición de diamante se ha agotado y la compañía emitirá los informes de las ventas en un par de meses.

3. Louis Vuitton – Precio $10.000 (8.969 euros)
Louis Vuitton – Precio $10.000 (8.969 euros)Si pensabas que Louis Vuitton no estaría presente en este Top 10 de los zapatos para hombres más caros del mundo es porque seguramente has vivido toda tu vida debajo de una roca.
Pero este par de zapatos de $10.000 ni siquiera entra en el Top 10 de los productos Louis Vuitton más caros del mundo. El modelo está elaborado cuidando con atención los detalles en la piel de cocodrilo, lo que lo convierte sin duda en unos zapatos extraordinarios.
Cada pulgada ha sido cuidadosamente elaborada a mano e inspeccionada por los mejores fabricantes de calzados del mundo, para asegurarle al cliente que está adquiriendo exactamente lo mismo que está pagando.

2. House, de Testoni – Precio: $35.000 (31.393 euros)
House, de Testoni - Precio: $35.000 (31.393 euros)¡Y aquí está! Testoni ocupando el segundo lugar de esta ostentosa clasificación. Con un precio de etiqueta de $35.000 o 31.393 euros, este es el segundo par de zapatos para hombres más caro del mundo, aunque disponibles para todo público.
Esto significa que si tienes el dinero, puedes hacer tu pedido y disfrutar de tus Testoni libremete, a diferencia del par a continuación.
Testoni se enorgullece del método de elaboración artesanal con las mejores pieles de cocodrilos, que convierten a su modelo House en una joya del calzado.

1. Zapatos de Tom Ford con 14.000 diamantes — Precio: $2 millones (€1.7 millones)
Zapatos de Tom Ford con 14.000 diamantes — Precio: $2 millones (€1.7 millones)Finalmente hemos llegado al final de nuestra lista. A continuación, el número uno de los zapatos para hombres más caros del mundo.
Esto es lo que ocurre cuando tomas un par de ya costosos Tom Ford y empiezas a cubrirlos con más de 14.000 diamantes insertados en una blanca capa de oro. ¡Extrema extravagancia! Todo el proceso tiene una duración de un año entero, aunque el resultado habla por sí mismo.
Este par fue presentado en America’s Got Talent y fue exhibido por Nick Cannon, para convertirse en los zapatos más caros que un hombre ha usado jamás.